La rosarina habla de "Hermanas", su primer largometraje

Julia Solomonoff: "El riesgo existe siempre, porque nadie sabe qué hace que una película funcione"

La directora debuta arriesgando: coproducción con España, una historia potente y un gran elenco

Fernando Toloza / La Capital

La directora rosarina Julia Solomonoff exhibió "Hermanas", su primer largometraje, en el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici), y lo estrenará comercialmente en la Argentina a fines de este mes. Respetada y premiada por sus cortometrajes y ex ayudante de dirección de Walter Salles, Isabel Coixet, Carlos Sorín y Luis Puenzo, entre otros, Solomonoff debuta en el largo asumiendo riesgos: un elenco con actores argentinos y españoles; un rodaje que se extendió a Estados Unidos y con la posproducción a España; dirigir a un niño y, sobre todo, contar cómo se recompone, si tal cosa es posible, un vínculo familiar que fue sacudido por la violencia de la Argentina en los años de la dictadura.

Valeria Bertucelli, Ingrid Rubio, Eusebio Poncela, Horacio Peña, Mónica Galán, Nicolás Pauls y el niño Milton de la Canal forman el elenco de "Hermanas". El guión del filme participó del Sundance Lab, en el seminario de guionistas de la Unión Latina de París, en el Berlinale Talent Campus, y ganó un premio de desarrollo del Milos Forman Fund. Su rodaje insumió cinco años y ahora el filme es uno de los estrenos que se destacan en la temporada 2005 del cine argentino.

-¿Qué sentís ahora que tenés, tras unos cinco años de trabajo, tu primer largometraje a punto de estrenar?

-Muchos nervios pero también una serenidad muy grande porque es la sensación de que se termina algo y empieza otra cosa ante la cual no sé bien qué va a pasar: cómo la van a recibir el público y la crítica en el estreno.

-La película va directo al estreno, sin pasar por festivales, ¿por qué?

-No ha tenido ningún tipo de premiere porque recién tenemos la copia lista, aunque el jueves se pasó en el Bafici y fue la primera vez que la vi con público. Quedé muy contenta porque la gente se emocionó, se rió, aunque no es una película cómica pero tiene sí algunas situaciones que pueden hacer sonreír. Esta primera pasada me hizo sentir muy bien. En cuanto al estreno comercial, si no nos mandábamos antes de junio, que es cuando llegan todos los tanques de Hollywood, hay que esperar hasta octubre, y nadie sabe qué va a pasar en octubre, cuántas otras películas va a haber. Jugarse todo a esperar tal o cual festival y que después te quede octubre para estrenar puede ser tan malo como bueno. Riesgo existe siempre. La gente que tiene más experiencia en esto me dijo que en realidad nadie sabe qué es lo que hace que una película funcione, si el primer fin de semana llovió o no, si vino tal película de Estados Unidos o de Irán...

-¿"Hermanas" es una película tardía o llega en su tiempo justo en tu carrera y en tu vida?

-Es una película en su tiempo más que justo, y no sólo en lo personal. Con el tiempo, me doy cuenta que sale en un momento muy oportuno: dos años antes se hubiese encontrado con mucha indiferencia, una indiferencia que tenía que ver con una situación del país; ahora es un buen momento para hablar de esto. Diez años antes, cuando ni siquiera la había pensado, tampoco hubiese sido un momento oportuno porque me parece que el cambio tiene que ver con una vuelta que dimos todos, no sólo yo, a volver pensar determinadas cosas. Siento que llevó mucho tiempo pero llegó a tiempo (risas). Nunca pensé que esta película me iba a llevar cinco o seis años. No dejé de hacer otras cosas, pero estaba todo el tiempo pendiente de las posibilidades. Ahora que ese tiempo ya pasó, aprendí muchas cosas: fue un proceso personal porque yo estaba hablando de algo de lo que me costaba hablar particularmente, y poder abordarlo llevó un tiempo.

-Actores españoles, filmar en Estados Unidos, posproducir en España, dirigir a un niño, ¿no te pareció mucho para una primera película?

-La verdad es que tenés razón (risas). Fue mucho y mucha presión, porque era el primer largo, y había muchos elementos que cuidar. Terminé muy cansada porque no fue un rodaje fácil pero aquí está la película terminada.

-Se ve que no te asustás fácil.

-Soy un poco inconsciente, después me doy cuenta. Me hubiese gustado un rodaje un poco más íntimo porque no es que haya perdido el control, pero sí era difícil estar conectada con todo todo el tiempo. Cada película va tomando una forma, y hay un momento en el que no hay que ir contra esa forma, no hay pelearse. La película es muy íntima en su forma de contar, pero el rodaje tenía muchos aspectos: actores españoles que tenían que aprender a hablar en argentino; un músico en España, Lucio Godoy (productor musical de "Mar adentro"), con el que tenía que hablar por teléfono o por e-mail...

-Cuando se menciona la dictadura en relación con una película, todo el mundo piensa que ya sabe de qué viene la cosa.

-Eso me preocupó, porque sentía que había una resistencia. Era muy difícil explicar que la dictadura no era del tema de la película. Hay que ver la película para enterarse de que ese no es el tema, pero mientras tanto cómo le explicás a la gente que es la historia de dos hermanas en una situación muy extrema, de un vínculo familiar, y las consecuencias de determinadas situaciones en ese vínculo. El desafío es que la gente no sienta que es una película que ya vio, pero primero tiene que ir al cine, y después decidir si es algo que no había visto. Siempre es muy delicado cómo hablar de esta película sin ponerla en un casillero que le haga pensar a la gente que es una película que ya pasó. La película empieza con el reencuentro de dos hermanas que ves que se quieren mucho pero que no terminan de conectar, y después se empiezan a pelear, a confrontar, y recién cuando pasan una barrera, se dicen cosas muy fuertes, pero la relación se basará después en otras cosas que no sean evitar determinados temas. "Hermanas" es sobre las relaciones personales; resulta difícil contarla sin develarla, pero es una película sobre nosotros, sobre lo que quedó, sobre cómo quedaron las relaciones después del cimbronazo de la violencia, del silencio. Cómo hacemos hoy, no hace veinte años, para rearmar un vínculo que sea real.

Solomonoff llega al estreno con una sola parada en el camino: el jueves pasado en el Bafici.