Un barrio hace suyo el reclamo de un club

Vecinos, directivos, ex jugadores y socios del club social y deportivo Juan XXIII protagonizaron ayer el "Abrazo por la Vida" en las instalaciones de la entidad, ubicadas en Pellegrini y Valparaíso, para defender y resistir el proyecto de la Municipalidad y la Empresa Provincial de la Energía de montar en el lugar una subestación transformadora. "Vamos a seguir la lucha sin dar un paso atrás, porque con el club apostamos todos los días por la vida", afirmó Ricardo Castelo, papá de uno de los chicos que asisten a la escuelita de fútbol. Ante esta situación, el intendente Miguel Lifschitz aclaró que el Ejecutivo está buscando alternativas para reubicar la institución.

Los 4 mil metros cuadrados destinados a la construcción de la subestación incluyen los predios de las dos canchas de baby fútbol y la de 11 jugadores. "Son terrenos donde practican 600 chicos de entre 4 a 22 años, cambiar esto por una estación energética afecta los derechos del niño. Encima, a menos de 90 metros de aquí hay una estación de GNC, con lo cual también resulta complicado desde lo ecológico", se quejó Castelo.

Un grupo de socios y padres presentó un recurso de amparo en la Justicia resistiendo la medida impulsada por el municipio, pero aún no existe una definición al respecto. La Intendencia había ofrecido los terrenos de Sánchez de Loria y Alberti para su traslado, pero la opción fue rechazada por Juan XXIII.