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miércoles,
13 de
abril de
2005 |
En China la crisis produjo impacto
Shangai (enviado especial).- "No va a hacer declaraciones. Por ahora prefiere mantener la conducta de otras ocasiones: cuando no está en el país no habla de temas provinciales o de la Argentina", transmitieron los colaboradores del gobernador Jorge Obeid a quien este diario quería consultarlo sobre la masacre de Coronda y el acuartelamiento policial en Rosario por la muerte de un joven agente. De cualquier manera, el mandatario siguió minuto a minuto lo que estaba ocurriendo. "Mantuvo no menos de diez conversaciones telefónicas con el ministro de Gobierno Roberto Rosúa, con el subsecretario de Seguridad Alejandro Rossi y otros allegados. Está sin dormir. Es que por la diferencia horaria recibió información durante toda la noche de lo que sucedía en Coronda y Rosario", agregaron los funcionarios.
El gobernador no tiene previsto alterar la gira comercial que está cumpliendo en China. Anoche la delegación oficial se aprestaba a dejar Shangai para dirigirse a Beijing. Obeid abandonó el hotel con el celular pegado al oído recibiendo las últimas informaciones de lo que ocurría en la provincia. En medio de tantas malas noticias, respiró más tranquilo cuando se enteró de que los maestros habían aceptado el ofrecimiento oficial y que los paros ya eran cosa del pasado.
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