Coinciden en que los celulares deben apagarse en las aulas

En Santa Fe, piden que alumnos y docentes no enciendan sus aparatos durante la clase

Un grupo de alumnas de una escuela media de Rosario, invitadas a redactar el código de convivencia, sorprenden con el pedido a la tutora que coordina la actividad. "Nosotros nos comprometemos a no gritar en clase, pero que las profesoras apaguen su celulares cuando están en el salón". Y sí, aunque cueste creerlo, la aparición de esos aparatos en la vida escolar no sólo tocó de lleno a chicos y adolescentes, sino también a maestros y profesores. Mientras el doctor en psicología Roberto Follari, de manera contundente, afirma que "los aparatos celulares deben estar estrictamente apagados en las horas de clase", en distintas provincias y ciudades el tema ya ocupa la agenda de nuevas normativas. En Santa Fe, se aconseja estén apagados mientras se enseña (ver aparte).

El más reciente y difundido es el caso de la provincia de Tucumán, donde tres legisladores presentaron un proyecto para que se prohíba el uso de los celulares en las escuelas. Según difundió el diario La Gaceta, de Tucumán, a mediados del mes pasado, directivos, funcionarios y docentes coinciden en que los teléfonos celulares "provocan una distracción generalizada en el aula, obstaculizan el aprendizaje y ayudan a que los chicos hagan trampa en los exámenes. También consideran que los móviles fomentan el ocio".

La iniciativa tucumana promovida por los legisladores peronistas Víctor Lossi, Rodolfo Ocaranza y Juan Gutiérrez pretende que se prohíba definitivamente el uso de celulares en las escuelas.

Con una decisión menos extrema, en otras jurisdicciones la alternativa pasa por consensuar su uso. Este es el caso de Mendoza, donde la Dirección General de Escuelas invitó -por medio de una resolución- a que cada institución escolar incorpore el tema en el código de convivencia. Algo parecido pasa en Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires, donde las escuelas redactan sus propias normas.

Se sabe que de estas discusiones y acuerdos surgió la coincidencia de que los celulares no pueden estar encendidos mientras se dicta clase.

Pero mientras las escuelas se debaten qué hacer frente al nuevo fenómeno, los adolescentes y chicos no dejan de mostrar su atracción por estos aparatos; los padres los aprovechan para seguirlos de cerca y las compañías telefónicas no descuidan la oportunidad de hacer crecer su negocio.


Supuesta distinción
El docente e investigador de la Universidad Nacional de Cuyo Roberto Follari, también autor de la "Proliferación de los signos" (Homo Sapiens), considera que se trata de una moda tecnológica que contribuye a mostrar una supuesta distinción en sus usuarios.

-Cada vez más niños (desde los 9 años y aún antes) usan celulares. Claro está que hay un adulto que se los compra y permite su uso. ¿Qué opina al respecto?

-Creo que es una moda tecnológica, que contribuye a mostrar una supuesta distinción para quienes usan celular. Es lamentable que los padres tomen eso como un juguete; por supuesto, puede haber algunos casos en que el celular sea necesario para el contacto más fluido de un chico con sus padres.

-Por lo general los padres argumentan que los utilizan para saber dónde están sus hijos. Por el contrario, ¿esto no implica cierta ausencia de responsabilidad de los adultos por los menores?

-Podría implicar alguna pérdida de responsabilidad de los mayores; de cualquier modo, es cierto que el aumento del peligro en las ciudades, del tamaño de éstas con sus problemas de transporte, y de las tareas asignadas a los padres, justifican a veces el uso del celular. Pero hay casos en que éste es innecesario e igual se acude a él.

-En cierta oportunidad, la doctora Emilia Ferreiro dijo que los celulares habían modificado aspectos de las relaciones humanas, de esta manera: "En lugar de preguntar Hola, ¿cómo estás?, ahora se la invirtió por el Hola, ¿dónde estás?. ¿Es así?

-El "dónde" no quita el "cómo", pueden coexistir ambos. Creo que el problema del celular es su apelación a toda clase de mecanismos accesorios innecesarios, que hace que se lo esté consultando permanentemente; y la definitiva invasión del espacio y tiempo personales por las llamadas y mensajes.

-¿Qué opina del hecho de que los celulares hayan invadido las aulas? Y esto toca tanto a alumnos como docentes.

-Los celulares deben estar estrictamente apagados durante la actividad de clases, si hay algo relativamente urgente debe esperarse al recreo para ver mensajes y responderlos. Se ha vivido muchos siglos sin celulares, y a nadie se le ocurría salir permanentemente a hablar por teléfono.