Créditos en lugar de casas

A la cruzada oficial contra los sobreprecios de los contratistas se le sumaron los empresarios dedicados a la construcción privada, quienes eludieron críticas hacia sus colegas dedicados a la obra pública, pero sí plantearon una propuesta al Estado santafesino. Los constructores nucleados en la Asociación de Empresarios de la Vivienda de Rosario (Aevi), consideran "atinada" la preocupación del gobierno provincial por no pagar sobreprecios y hacer rendir al máximo el presupuesto público.Ante esto, el titular de Aevi, Mario Ulanovsky enumeró los puntos centrales de la iniciativa que pilotean:

En las licitaciones para construir viviendas deben estudiarse otras alternativas. Una sería utilizar esos mismos fondos para otorgar créditos hipotecarios que puedan ser aplicados a la compra de viviendas construidas en terrenos privados por empresas privadas. Así, sería el propio beneficiario quien elegiría qué vivienda adquirir con los fondos que le adjudiquen.

El control de precios se daría automáticamente si se promueve una abundancia de oferta y una competencia transparente. Y esto es perfectamente factible en un sector como la vivienda, que no es monopólico ni oligopólico, que está conformado por muchas empresas, casi todas ellas pymes, y demostraron que pueden integrar recursos profesionales, técnicos y económicos para producir viviendas bien diseñadas, a precios muy competitivos, en muchos casos inferiores a los pagados por el Estado en sus planes públicos, si se computa lo que éste gasta en terrenos, infraestructura, construcciones y administración de todo el sistema.

El Estado podría hacer rendir más aún sus fondos para vivienda si en lugar de asignar un crédito por el valor total de la vivienda, los utilizara para subsidiar la tasa de interés a los sectores de menores recursos, y que los créditos los dieran bancos, ya sea públicos o privados. De esta forma puede lograrse un efecto palanca que permita multiplicar la cantidad de beneficiarios de los planes de vivienda.

En Rosario específicamente, se produce otro problema, que es la alegada falta de terrenos públicos para vivienda. Es probable que sea problemático conseguir terrenos adecuados para planes de cientos de viviendas. Pero existen en barrios consolidados de la ciudad, con infraestructura existente, innumerables terrenos disponibles en los que se pueden construir viviendas, tal vez unas pocas en cada uno, pero que permitiría la participación de muchas pymes aportando su oferta.

Respecto de la previsión inflacionaria que aumentaría algunas cotizaciones, "creemos que esto es realmente así, y que se debe a la prohibición de aplicar índices de ajuste a los contratos", dice Aevi.

"Si se permitiera la aplicación de índices de mayores costos, al menos para contratos de largo plazo, las ofertas actuales serían mucho más ajustadas porque no incluirían previsión inflacionaria. Lo malo no son los índices de ajuste, sino la inflación. Si ésta existe, y no se permiten ajustar los contratos, las empress la incluirán en sus presupuestos, y la sobrestimarán", dijeron.