El gobierno provincial y los contratistas redefinen sus relaciones comerciales

El costo de la obra pública, una pelea donde la inflación juega de árbitro

Las empresas dicen que la suba del costo de vida impacta en sus números. El Estado no quiere sobreprecios

Sandra Cicaré / La Capital

La decisión del gobierno de Santa Fe de reprogramar las licitaciones de obra pública con el argumento de encontrar precios más acordes a los presupuestos oficiales tensó la relación entre la provincia y los contratistas.

El gobierno santafesino no está dispuesto a "contribuir con la espiral inflacionaria" que generaría avalar costos por encima de los presupuestados, aunque reconoce que las empresas pueden "actualizar los valores oficiales tomando como base el realismo económico". De todos modos, según expresó el ministro de Obras Públicas de Santa Fe, Alberto Hammerly, hubo presupuestos que superaban hasta el 80% los cálculos oficiales.

Las empresas involucradas, que en breve deberán nuevamente decidir si participan del segundo llamado a licitación para 1.500 viviendas en Santa Fe y Rosario y en otras 36 localidades de la provincia, argumentan que los valores que maneja la provincia no están acordes con los costos de la construcción.

Es más, esgrimen que la propia provincia reconoce que no hizo bien los números cuando en la primera licitación previó el costo de una unidad habitacional en 36 mil pesos y en la segunda lo elevó a 49 mil pesos.

Aún así, desde la delegación Rosario de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), señalan que el gobierno "está generalizando", ya que "en la apertura de las licitaciones que se realizaron últimamente en general las mejores ofertas están en torno al orden más/menos el 20% del presupuesto oficial".

El presidente de la delegación Rosario de la CAC, Gustavo Gardebled, citó el caso concreto de las licitaciones para 1.500 viviendas en Rosario. "Distintas empresas presentaron ofertas para 1.375 soluciones habitacionales, los valores inferiores estuvieron en el orden de los 54 mil pesos y hay un solo caso de un presupuesto para 41 viviendas -el 3% del total- que cotizó la unidad a 71 mil pesos", precisó.


Los costos del sector
Según el índice general que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) el costo de la construcción subió 0,8% en febrero pasado respecto de enero de 2005, mientras que si se lo compara con el mismo mes de 2004, la suba alcanza el 11%.

Para descomprimir lo que entienden puede convertirse en un elemento inflacionario, el gobierno santafesino decidió reprogramar obras y además firmó un convenio con la Universidad Tecnológica Nacional para auditar los pliegos confeccionados por el Estado provincial.

En rigor, Hammerly reconoció que en este mes de aplazo en las licitaciones puede surgir una actualización "razonable" de los valores oficiales con los que se manejan en los pliegos. Aunque marcó un límite: "De ninguna manera vamos a pagar sobreprecios", dijo.

La CAC sentó su posición y arremetió contra algunos aspectos de la relación entre gobierno y empresas que deberían modificarse, fundamentalmente la fórmula de redeterminación de costos que por la lentitud y las tasas que se pagan hacen poco rentable la actividad y exigen al empresario asumir el costo financiero de la dilación de los plazos.

"Las obras públicas son de mediano y largo plazo y tienen redeterminaciones periódicas, pero esos sistemas solamente se aplican una vez que se superó un determinado umbral del 5 ó 10%", dijo Gardebled. "Esto hace que las empresas que cotizan, más ahora con el rebrote inflacionario, tengan que tener una previsión por este incremento de costos de este porcentaje que van a tener que absorber".

A esto se le suman los tiempos de redeterminación que en muchos casos "son de un año y medio o dos", dijo Gardebled.

"Las empresas asumen un costo financiero que luego es devuelto de acuerdo a la tasa pasiva de la banca oficial y no a las tasas activas reales del mercado", puntualizó el titular local de la CAC.


No todo es lo que se ve
Pero no todo es confrontación. El titular de la Dirección Provincial de Vivienda, Juan José Morín, explicó que la provincia "está evaluando cerca de 80 licitaciones y muchas tienen ofertas coherentes".

Además aclaró que muchas empresas reconocen "que la provincia es buena pagadora y tiene un sistema de redeterminación de precios de lo mejor del país", con lo cual "hay buenas ofertas".

Sin embargo, también reconoció que hay casos que desconciertan. "Para una misma vivienda, algunos ofrecen 28 mil pesos y otros más de 40 mil".

Morín también consideró razonables los precios que maneja la provincia. "En las licitaciones que lanzamos tenemos precios calculados fielmente a través de los equipos de trabajo de la Dirección de Vivienda pero también por técnicos de la UTN", aclaró.

La provincia abrió el juego y dijo que para frenar los sobreprecios no descartaría buscar oferentes por fuera de Santa Fe.De todos modos, si se tiene en cuenta el registro de licitadores de la provincia tiene más de 160 empresas, de las cuales casi el 60% son de otras provincias y ejecutan muchas obras.

Aún así, las empresas provinciales juegan con viento a favor ya que rige en la provincia desde abril de 2003 la ley de compre santafesino. El ministro de Hacienda santafesino, Walter Agosto, se quejó: "Hay un conjunto de empresas locales, que durante la crisis económica pidieron ser tenidas en cuenta a través del compre santafesino, y hoy se olvidaron de esa situación".

Aunque a priori la intransigencia de las partes parecería que esto va hacia un camino sin salida, no están todas las cartas jugadas todavía.

Un primer acercamiento podría producirse en los próximos días cuando se abran las ofertas del segundo llamado a licitación para las viviendas de Rosario y Santa Fe (un proyecto que fue rediseñado por el gobierno) y unidades para otras 36 localidades -no más de 40 casas en cada una- que no recibieron ofertas en el primer llamado.

Según el Indec, el costo de la construccción subió 11% en el lapso febrero 2004-2005.