| domingo, 03 de abril de 2005 | Sectores. Forrajes, molinos, maquinaria y productos veterinarios viven un veranito de ventas a partir del retorno de las vacas El boom de la ganadería arrastra inversiones en toda la cadena El negocio de la producción de carne está en la mira de empresarios pecuarios e inversores extra-sector. Las perspectivas para este año Patricia Martino / La Capital La producción ganadera recupera su protagonismo y todos los actores involucrados en el negocio se despiertan. Fabricantes de maquinaria, molinos, estanques de agua, alambres para cercos, proveedores de forrajes, alfalfa y productos veterinarios están de parabienes. Hoy la ganadería deja ganancias comparables con la agricultura y la mejora de la actividad, tanto en carne como en leche, se siente en las empresas relacionadas con el sector.
La alentadora perspectiva que vive la ganadería a raíz del aumento del consumo interno y la apertura de nuevos mercados en el exterior incide directamente en los proveedores de insumos para la ganadería.
Con este telón de fondo, las inversiones para ampliar la capacidad productiva no paran. En el área de forrajes, donde la Argentina se fue convirtiendo en un importante importador, las cosas están cambiando. La semillera Gapp, de Pergamino, ya inauguró una nueva planta, Los Prados, de Firmat, amplió sus galpones y prevé continuar con más obras y la pergaminense Varembrug también estima concretar en el corto plazo un "ambicioso" proyecto. Martín Correa Luna, del Inta Venado Tuerto, y promotor del sistema conocido como Cría Bovina Intensiva (CBI) en los tiempos en que las vacas eran acorraladas por la agricultura, considera que hay "signos objetivos" de un nuevo ciclo para el sector.
El especialista del Inta consideró que la mejora de los precios de la hacienda impulsa a los productores a volcarse a la ganadería. Mientras que en 2004 el ternero de invernada cotizaba a dos pesos la tonelada, este año pasó a cuatro. A esto se suma, dijo, que tanto el gobierno nacional como provincial fomentan la cría de terneros a través del lanzamiento de líneas de financiamiento para el sector con tasas subsidiadas.
La caída del precio de los granos respecto de los niveles de las últimas dos campañas también tuvo su efecto. El más directo se relaciona con la baja del maíz, uno de los alimentos empleados para engorde sobre todo en los feed lot (ver aparte). Pero, por otra parte, equilibra las opciones de inversión de los productores.
No obstante, y a pesar de que el escenario se tornó más tentador, no es tan fácil volcarse a la producción ganadera. Según Correa Luna, la falta de mano de obra especializada traba el crecimiento del sector. Tanto como la falta de infraestructura. "La ganadería ocupa mayor cantidad de mano de obra que otras actividades, parece que los gobernantes no lo ven", advirtió.
A través del CBI, el especialista lidera en la zona de Venado Tuerto un equipo de 16 productores que innova constantemente. El grupo logró márgenes "muy altos", cinco vacas de pastura por hectárea dan 500 dólares de margen bruto y el engorde de terneros de 420 kilos con pastura y maíz a dosis bajas da márgenes similares. "Una posibilidad de implementación importante", indicó Correa Luna.
Campos para pastura En el último tiempo algunas empresas especializadas en semillas forrajeras están alquilando campos para sembrar pasturas. Es que la demanda aumentó considerablemente y no les alcanza su propia producción de cebadilla, alfalfa y festuca.
Angel Girardi, titular de la Asociación de Productores de Carne Bovina de la Argentina (Aprocaboa), comentó el fenómeno. "Alquilar un campo para sembrar pasturas es una buena alternativa para una tierra agotada o para rotar. Por lo general, el dueño del campo recibe un 30% de la producción y un kilo de cebadilla cuesta alrededor de un dólar, de festuca 1,40 dólar y de alfalfa 4,20 dólares", precisó.
Martín Vizcayar, experto en el manejo de forrajes, señaló que "hay expectativas pero lo más importante todavía no se ha concretado". Es que hasta comienzos de marzo las ventas fueron parecidas a las de 2004 pero en los últimos 15 días se notó un mayor movimiento, lo cual indica que habrá mayor actividad que otros años.
Como muestra de que la venta de forrajes está dando que hablar, Eduardo Calabró, titular de una tradicional fábrica de cocinas industriales rosarina, decidió diversificar su negocio y eligió como alternativa la producción de alfalfa. El flamante establecimiento Don Francisco, con campos en Santiago del Estero pero con sede comercial en la ciudad, ya comenzó a incursionar en el mercado y busca clientes ganaderos.
También las fábricas de fibrocemento incrementaron su producción y venden más tanques australianos, se realizan más aguadas y hay demora en la entrega de molinos por el incremento de la demanda, señaló Girardi.
Fernando Todisco, de Molinos Indelmec, precisó que la producción se incrementó cuatro veces desde la salida de la convertibilidad y esperan que este año suba entre un 25 y un 30% más. "El hombre de campo está rediseñando su estructura, ante la baja de la soja reparte su terreno entre la ganadería y la agricultura. Nosotros lo notamos porque subimos las ventas y las perspectivas también apunta hacia arriba", indicó.
Otro de los productos que incrementó sus ventas es el alambre. Daniel Gilardi, gerente de marketing agropecuario de Acindar, comentó que en esta época del año comienza a subir la demanda y que este año la acerera espera incrementar los volúmenes de venta para el sector ganadero respecto de 2004.
"La declaración de país libre de aftosa con vacunación marca una tendencia en alza para la ganadería, en el futuro se pueden alcanzar nuevos mercados y el sector se está preparando para ese momento. El productor amplía su cantidad de animales y para acondicionar sus campos necesita nuestros productos", explicó el gerente.
Carlos Kritoser, del Estudio Ganadero Pergamino, agregó que los medicamentos para el ganado y las premezclas y núcleos de alimentos aumentaron sus ventas significativamente. "El productor utiliza los concentrados para diluirlos con sus granos y completar la dieta de la hacienda", precisó.
Desde la fábrica de premezcla y núcleos Nutrefeed remarcaron que "hay mucho movimiento en el mercado" y que ahora reciben consultas de productores que antes no trabajaban con este sistema de alimentación.
Conversión a carne Para un productor es más interesante convertir su maíz en carne que venderlo como cereal. El lugar de cobrar 18 pesos por quintal, le quedan 15 limpios, puede obtener entre 25 y 28 al convertirlo en carne, señaló Fernando Tacari, veterinario del feed lot Don Segundo.
Kitroser, en tanto, apuntó que "la relación grano-carne está en uno de sus mejores momentos" y que esto hace más interesante el negocio, pero advirtió que "el precio del ternero de invernada aumentó desproporcionadamente respecto al gordo", con lo cual el margen entre compra y venta hace que no cierren bien los números para el productor que debe comprar cereal para engordar.
"Resulta caro amortizar el costo del animal, es mucho más favorable la posición para el criador que tiene maíz propio, que así escapa de las variables del mercado, que para el que debe comprarlo", puntualizó.
Al analizar la situación que atraviesa el sector, el especialista recordó que faltan resolver cuestiones de fondos. Tranqueras adentro planteó que se deben aumentar los índices de procreo a través de un manejo más adecuado de los rodeos de cría y la aplicación de tecnología, sumar eficiencia en el engorde de los animales que van a faena y adecuar las normativas de trazabilidad dentro del establecimiento para que la Argentina esté preparada según las exigencia de los mercados internacionales.
En tanto, tranqueras afuera Kritoser resaltó que hay expectativas por la demanda creciente -el consumo de carne vacuna aumenta en todo el mundo- y que por lo tanto se espera una demanda sostenida pero "no son muchos los países con condiciones de exportar por lo cual la Argentina debería aprovechar esta situación" enviar nota por e-mail | | Fotos | | La caída del precio del maíz favoreció la actividad ganadera. | | |