| domingo, 27 de marzo de 2005 | Expectativa. La Santa Sede anunció que Juan Pablo II bendecirá hoy a los fieles en el Vaticano La salud del Papa entristece la celebración de la Pascua La incertidumbre por la evolución del pontífice y su imposibilidad de hablar preocupa a la Iglesia y los fieles El papa Juan Pablo II bendecirá hoy a los fieles reunidos en el Vaticano con motivo del Domingo de Pascuas, en una Semana Santa marcada por la ausencia del Pontífice de la mayoría de los ritos que presidió durante 26 años, informó la Santa Sede. La incertidumbre sobre el estado de salud del pontífice ensombrece la celebración de las ceremonias.
En vísperas del día de mayor gozo para la cristiandad, el de la Resurrección triunfal de Jesucristo, un paradójico sentimiento de tristeza se percibía ayer en el todavía frío aire del Vaticano, mientras empleados de la Santa Sede adornaban con miles de flores la Plaza San Pedro y disponían hileras de sillas. La ausencia del Papa en todos los eventos celebrados esta semana ha desatado la preocupación de los fieles.
Quizás el padre Raniero Cantalamessa sea el que mejor describió el humor en el Vaticano y Roma en esta Pascua. "Que te mejores pronto, vuelve pronto, padre sagrado, la Pascua no es Pascua sin ti", dijo, en el sermón del Viernes Santo en la Basílica de San Pedro.
El arzobispo argentino Leonardo Sandri, sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, será el encargado de leer el mensaje pascual del Papa y sus saludos pascuales en más de 60 lenguas, así como presidió el habitual rezo del Angelus de los últimos tres domingos, informó la agencia italiana Ansa.
El Papa, de casi 85 años y con una enfermedad de Parkinson cada vez más avanzada, estuvo ausente de la Vigilia Pascual de anoche en la plaza, reemplazado por el prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger (ver aparte).
Una aparición virtual Juan Pablo II hizo anteayer una silenciosa aparición virtual en el Via Crucis en el Coliseo romano, donde miles de fieles pudieron verlo seguir la ceremonia en su capilla del Vaticano a través de un enlace de video que se proyectaba sobre modernas pantallas gigantes entre las ruinas del milenario anfiteatro de los Flavios.
"Ofrezco mis sufrimientos para que el diseño de Dios se cumpla y su palabra haga su camino a través de la gente", dijo el viernes el Papa, en un dramático mensaje leído por el cardenal vicario, Camillo Ruini, presidente de la Conferencia episcopal italiana.
Fue la primera vez en los 26 años de su pontificado que Karol Woktyla se perdió el sagrado rito católico que evoca la pasión de Jesucristo y su camino hacia el Calvario en el día de su muerte.
Su endeble salud y el rigor de dos internaciones recientes -en una de las cuales se le conectó una cánula en la tráquea que le impide hablar y comer con normalidad- impidieron al Papa participar este año de la mayoría de los ritos de Semana Santa.
La última vez que el Papa habló en público a los fieles fue el 13 de marzo pasado, cuando leyó con suma dificultad un saludo desde su hopital antes de ser dado de alta.
Pero, según el programa elaborado por la Santa Sede, se espera que hoy imparta la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad, Roma, y al mundo) a los fieles reunidos en la Plaza San Pedro con motivo el Domingo de Resurrección.
Se espera que su participación en el Domingo de Pascua se reduzca al mínimo para permitir que conserve su aliento y continúe con su convalecencia tras la traqueotomía a la que se sometió el 24 de febrero.
Según indicaron fuentes eclesiásticas, el Papa se limitará a bendecir la Pascua, quizá solamente con un gesto impartido con la mano. No obstante, se especula con que pueda decir al menos algunas palabras.
En sus últimas apariciones públicas, Juan Pablo II saludó y bendijo a los fieles en silencio y brevemente, pero se desconoce cuál será la modalidad de hoy.
El diario vaticano L'Osservatore Romano escribió ayer que al Papa "le cuesta permanecer apartado" de los ritos de Pascua, la fiesta más importante del calendario cristiano, que recuerda la resurreción de Jesucristo tres días después de ser crucificado.
"Esta Pascua está claramente marcada por la participación afectuosa de todos a los sufrimientos de Juan Pablo II, el cual, a su vez, no esconde la fatiga que le cuesta permanecer apartado", indicó el influyente diario en un artículo de fondo que subraya la "total veracidad humana" con la que el Papa desarrolla su ministerio.
Según L'Osservatore Romano, "tanto la participación como la fatiga son señales preciosas del carisma que caracteriza el modo con el que Karol Wojtyla ejerce su ministerio". (Télam) enviar nota por e-mail | | Fotos | | El Papa vio por TV el vía crucis en el Coliseo romano. | | |