El transporte es un factor clave para la competitividad exportadora

Para Argentina, estar lejos sale caro

Un informe de Ieral Fundación Mediterránea local estudia el impacto de los fletes y los compara con otras economías

"Para mejorar su competitividad será necesario que la Argentina ponga especial atención en las políticas públicas que influyen sobre los costos del transporte", concluye un informe elaborado por Tulio Ceconi, María Fernanda Ghilardi y Silvia Castro de Ieral Fundación Mediterránea delegación Rosario.

En la actualidad, el costo del transporte en América latina y el Caribe es casi un 50 por ciento más que el promedio mundial, al tiempo que la Argentina paga casi tres por ciento más de costos de fletes y seguros que el conjunto de esos países.

Esto es aún más relevante si se tiene en cuenta que los valores que paga el país por estos conceptos superan en cuatro puntos porcentuales a Brasil, el principal competidor y cliente en la región.

Así, el estudio encarado por los investigadores de Ieral hace especial hincapié en la ubicación geográfica como una cuestión determinante a la hora de medir el posicionamiento del país en los mercados mundiales y señala que los costos del comercio internacional, en especial los portuarios y fletes, tienen para la Argentina una incidencia mayor en su competitividad que para el promedio de los países en el mundo y sus principales competidores.

Esto se explica porque "la Argentina está localizada a una distancia de los principales mercados que excede la máxima de los principales puertos (Brasil, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá hacia Egipto, Holanda o China), a lo que hay que sumar que un elevado porcentaje de las exportaciones está compuesto por productos de bajo valor agregado en relación con el peso y el volumen, como el caso de los productos agrícolas", explican desde Ieral.

Por caso, el estudio revela que la Argentina es el país más alejado de los mercados mundiales, más aún, su lejanía excede con creces el límite de 8.000 kilómetros que Nicholas Crafts y Anthony Venables estimaron en 2001 ("Globalization in history: a geographical perspective") como distancia a la que los flujos comerciales, de capitales y tecnología, se vuelven insignificante.

La fuerte incidencia del flete se dio tras la rebaja generalizada de los recargos aduaneros y las barreras al comercio internacional y se potenció con el aumento del precio del petróleo y de los fletes marítimos a partir de 2003.


Fletes: presente y futuro
En los últimos trimestres de 2004 el mundo fue testigo de la convergencia de dos elementos que resultaron en una suba generalizada de los fletes y escasez de servicios. Por un lado, un importante desajuste entre demanda y oferta de transporte marítimo con un crecimiento de la primera y retracción de a segunda y por otro, un alza de los costos críticos como seguros, combustible, fletamento de buques por tiempo y precios de adquisición de naves nuevas o usadas, entre otros.

Este escenario se prevé experimentará una reducción, aunque "hacia el segundo semestre de 2005, pero sin llegar a los niveles de 1999 o 2001", dicen los investigadores Ceconi, Ghilardi y Castro.

Es más, "algunos estiman que esta situación de elevadas tarifas de fletes continuará hasta 2007, cuando ingresen nuevos buques al mercado y la economía mundial exhiba un crecimiento más estable".

Como consecuencia del desfasaje entre oferta y demanda, el peso del flete sobre el valor de la carga llegó a alcanzar en algunos casos el 50%, cuando entre 1998 y 2002 representaba alrededor del 25%.

Para la Argentina y especialmente la exportación de granos y subproductos este es un tema determinante. Por eso, los analistas explican que "dado que los costos portuarios de origen son ahora competitivos en comparación con los puertos de los otros exportadores adquiere mayor importancia la parte del costo del flete atribuible a la distancia entre Argentina y los principales países compradores, así como la profundización del dragado hasta los 36 pies, que permitiría que los barcos Panamax puedan salir con carga completa, lo que producirá una disminución de los fletes marítimos desde los Puertos del Paraná Inferior hacia los principales destinos".

La Bolsa de Comercio de Rosario estimó que los fletes marítimos pagados en 2003 por las exportaciones desde los puertos de la zona Rosafé fueron 1.403 millones de dólares.

Teniendo en cuenta que el valor FOB estimado fue de 8.900 millones de dólares, la incidencia del flete marítimo es de 15,7%.


Políticas activas
A la hora de sugerir políticas públicas que permitan al país ganar competitividad respecto de sus competidores en el mercado mundial, los analistas de Ieral proponen hacer desaparecer los recargos a las exportaciones cuando se exporta a más de 8000 km de distancia y eliminar todos los impuestos que gravan los combustibles, a las empresas de transporte y a las operaciones portuarias.

Por otra parte, recomiendan poner especial atención en lograr disminuir los costos de seguros y de operaciones bancarias de exportación, como también en la gestión en el exterior en materia de preferencias en las rutas internacionales y mejorar la atención que reciben las cargas argentinas en los principales puertos de destino de nuestras exportaciones.


La recomendación de los clásicos
El comercio internacional está muy vinculado con la "localización geográfica". Esto fue tenido muy en cuenta por los economistas clásicos como Adam Smith quien puso mucho énfasis en su obra "La Riqueza de las Naciones" en la relación entre localización geográfica y comercio internacional.

Smith observa que una división del trabajo más marcada se desarrollaría en primer lugar a lo largo de la costa marítima y de los ríos navegables, donde los costos de transporte eran especialmente bajos.

En el último cuarto del siglo XX, a medida que la globalización fue tomando cada vez más importancia, provocó cambios en la localización de las actividades económicas. Esto, unido a la baja generalizada de las barreras artificiales al comercio, hicieron reaparecer el interés de los economistas en el tema de la localización económica a partir de mediados de los 80.

Al respecto la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Unctad) señaló el año pasado que "los costos de transporte directos dificultan el comercio de manera similar a los aranceles. Los datos empíricos sugieren que los costos de flete son un determinante crucial de la capacidad de un país para participar en la economía mundial y en última instancia de la competitividad de sus exportaciones".

Se ha calculado que un aumento del 10 por ciento en el costo de transporte puede reducir los volúmenes de comercio en más del 20 por ciento.

Para ilustrar la desventaja competitiva de Argentina vinculada con su localización geográfica basta mirar los costos de seguros y fletes de Argentina en comparación con el promedio de América Latina, y con un grupo seleccionado de países latinoamericanos.

Así, mientras el promedio de América latina este costo es del 8,6% y para Brasil y México del 7,3%, para la Argentina alcanza el 11,3%.

Los puertos de la zona pagaron fletes por más de u$s 1.000 millones.