En silencio

Marcelo Bielsa fue a descansar a Entre Ríos

Hace tres semanas que está en Villa Libertador San Martín

El ex entrenador de la selección argentina, Marcelo Bielsa, estaría afincado desde hace varias semanas en la localidad entrerriana de Villa Libertador San Martín, situada a 45 kilómetros de Paraná. Según un artículo publicado ayer por el diario "Uno" de esa provincia, el Loco residiría en una vivienda que alquila un amigo personal -llamado Leandro- en la calle Juan V. González casi esquina Buenos Aires.

Y si bien hay declaraciones cruzadas sobre esta cuestión, lo cierto es que un ex compañero suyo de las inferiores de Newell's, el ex puntero izquierdo rojinegro Rolando Barrera, reconoció que pudo contactarse con Bielsa y comentó que "hace bastante tiempo que está ahí, como tres semanas". Y que "vino para descansar y escapar al acecho del periodismo".

Bielsa sigue "aislado" de los medios. Su entorno inmediato recalca que por ningún motivo quiere contactos con la prensa. Evidentemente continúa con su política de no hacer declaraciones, aunque algunos vecinos aseguran que en ocasiones lo han visto caminando por la avenida principal de la villa (la 25 de Mayo), o cuando sale a comprar "Clarín" al mediodía o cuando se dirige al gimnasio a realizar su rutina de preparación física bajo las órdenes de Marcelo Bisental, su entrenador personal.

La vivienda que ocupa Bielsa paradójicamente es celeste y blanca. Y no tiene medianeras que demarquen los límites del lote, por lo que sus vecinos tendrían acceso visual a las actividades del Loco en el hogar. Sin embargo, la familia de al lado señaló que "en esa casa vive la familia Arredondo, quienes se mudaron hace muy poco y que a Bielsa ni lo conocen".

Más allá de los comentarios que se multiplican ante la presencia del rosarino, es habitual ver a casuales transeúntes que fisgonean en las inmediaciones de la vivienda en busca de un saludo o un autógrafo. Ni los estudiantes -que apelan a cualquier excusa para pasar por allí antes de ingresar en la universidad-, ni los pasajeros que se acercan a la terminal de ómnibus -cercana a la casa- encuentran respuestas desde el interior. Sólo la estadía del auto de Bielsa (marca Audi) en la puerta hace presumir su presencia.

Así, con lo visto y escuchado en la villa, todo hace presumir que el ex DT se sigue escudando en un manto de silencio y que no abandona sus ritos cotidianos. Esos ritos que lo llevaron a ser uno de los hombres más destacados dentro de su profesión y que paralelamente han hecho de su intimidad un mundo inexpugnable.