Respuesta inmune

Un alimento es considerado funcional si, además de su aporte de nutrientes, tiene efectos beneficiosos en las funciones del organismo y contribuye a mejorar la salud o a reducir el riesgo de enfermedades.

Los alimentos funcionales deben demostrar sus efectos beneficiosos en las cantidades que se consumen habitualmente en la dieta.

Los probióticos, presentes en leches, yogures y quesos adicionados, mejoran la función intestinal y la inmunidad.

Los prebióticos, presentes en leches, fórmulas para lactantes, postres infantiles y ciertos alimentos naturales como la achicoria y la cebolla son fibras solubles que alimentan las bacterias beneficiosas del tracto digestivo. Mejoran la absorción del calcio y aumentan la respuesta inmune.