El Jefe del Estado ligó al periódico con la última dictadura

Furibunda embestida de Kirchner contra el matutino La Nación

El presidente criticó al tradicional diario porteño por publicar que el gobierno tiene su propia fuerza de choque

El presidente Néstor Kirchner volvió ayer a embestir contra la prensa, en particular al diario La Nación, por una publicación del matutino porteño que mencionaba que "grupos de choque" cercanos al gobierno nacional saldrían a manifestar contra empresas privatizadas. Más tarde, en un acto en el conurbano bonaerense, el jefe del Estado reiteró su pedido a los argentinos para que no compren artículos de las empresas que aumentan los precios, y sentenció: "Esta batalla la estamos ganando".

En su nuevo ataque al tradicional matutino porteño, el presidente se quejó: "No sé cómo pueden escribir semejante cosa. No sé para qué lo escribe el diario La Nación. Cuando se trata de una manifestación a favor del gobierno, son grupos de choque, y cuando es en contra, son grandes manifestaciones populares".

El mandatario agregó: "Cuando hay una manifestación que puede ser a favor de alguna medida con la que esté de acuerdo el gobierno, son grupos de choque, cuando son contra el gobierno, son las grandes manifestaciones populares. Esta es la visión de La Nación, esta visión maniqueísta que tiene de la historia argentina".

En un tramo de su discurso, Kirchner se dirigió al diario fundado por la familia Mitre "con absoluto respeto, por supuesto, y mesura, como quieren ellos", y asestó: "El gobierno no digita ni manifestaciones a favor ni en contra: hay gente que está a favor o en contra de determinado tema, esa es la vida democrática, señores del diario La Nación, no grupos de choque".

Luego le enrostró al rotativo el papel que desempeñó en la dictadura. "Me hubiera gustado escuchar del diario La Nación en los años 76 y 77 decir que había grupos de tareas secuestrando gente. Ver en tapa «Hay grupos de tareas que se están llevando a los ciudadanos que piensan distinto del gobierno». Me he dedicado fuertemente a buscar en dicho diario y no encontré nada que se refiera a este tipo de temas".

En este marco, Kirchner pidió "tener buena memoria" y dejó en claro que "esto no es atacar la libertad de prensa; por el contrario. Cuando uno dice cosas diferentes a la que puede estar pensando un diario se dice que se ataca la libertad de prensa. Estoy ejerciendo la libertad de expresión como presidente o como ciudadano común".

Luego señaló que el gobierno "contra lo único que lucha fuertemente es contra la injusticia, la inequidad, la concentración indebida, contra este país fundido y quebrado".

No obstante, admitió compartir el análisis periodístico referido a "si proceden bien o si proceden mal" los grupos de piqueteros que bloquearon la semana pasada las estaciones de servicio que venden productos Shell.

"A mí me parece incorrecto todo lo que perturbe la tranquilidad, la vida pública y demás", reconoció.


Protegiendo anunciantes
Kirchner dijo que entiende que "alguien tenga que proteger a algún anunciante de su diario", algo que dijo le parece bien porque "en el mundo hay muchos que responden a determinados y concretos intereses, pero que se diga semejante barbaridad no, y que cada uno asuma su propia realidad histórica", insistió.

Esta no es la primera vez que el presidente cuestiona al diario La Nación, ya que con anterioridad y al conocerse un informe de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Kirchner criticó al subdirector del matutino, José Claudio Escribano.

En ese oportunidad cuestionó el rol cumplido por Escribano y La Nación durante la última dictadura militar.

En otro orden, Kirchner volvió a pedir ayer a los argentinos que "no le compren más al que aumenta" los precios, y cargó nuevamente contra las petroleras Shell y Esso por las subas de los valores de los combustibles que dispusieron la semana pasada.

"Esta batalla la estamos ganando, la está ganando el pueblo argentino, y eso es lo más importante", dijo Kirchner en un acto en San Fernando, y agregó que "cuando le tocan el bolsillo al pueblo argentino es deber del presidente estar al frente de este pueblo defendiendo los intereses como corresponde de todos los argentinos".

Luego de la puja mediática que se desató en los últimos días entre el gobierno y las petroleras Shell y Esso por las subas de la nafta y el gasoil, el primer mandatario volvió a denunciar que esas empresas "le están metiendo la mano en el bolsillo a los argentinos".

"Me dijeron: «Con ese discurso, presidente, está espantando las inversiones». Ahora yo me pregunto: ¿Qué argentino quiere inversiones a costa del pueblo argentino? ¿Quieren repetir la década del 90, quieren que vuelvan a saquear la Argentina, que vuelvan a ponernos de rodillas a todos los argentinos?", enfatizó.

"No quiero estar un solo día como presidente declinando en la defensa de los intereses nacionales", concluyó el mandatario luego de destacar el crecimiento del 9 por ciento que registró la economía durante 2004, según confirmó ayer el Indec.

El presidente de la Nación.