El Festival de Cine de Mar del Plata entra en la etapa final

Tres películas en la lucha por el Astor

Los filmes exhibidos ayer fueron un buen ejemplo de la diversidad que caracteriza este año a la muestra

Fernando Toloza / La Capital

Mar del Plata (enviado especial).- El Festival de Cine de Mar del Plata tuvo ayer un día respetable. Se proyectaron tres películas en la puja por el premio Astor que fueron un claro ejemplo de la diversidad que se busca para el encuentro. La coproducción sueco danesa "Un hueco en mi corazón" calentó la mañana con una historia sobre solitarios y perdedores metidos al mundo de la pornografía. Con imágenes fuertes, el filme no terminó de convencer al público. La producción brasileña "Casi hermanos" sí consiguió la aprobación de los espectadores. Y el filme japonés "Vital" demostró que llegó con ansias de triunfo.

La actriz Sanna Brading, de "Un hueco en mi corazón", aseguró que Lukas Modysson, el director del filme, pasó mucho tiempo pensando en una película con un tema provocador. "Más que la vinculación con el mundo de la pornografía, lo que tiene de provocador la película es revelar la soledad en la que vive mucha gente, que la lleva a determinadas círculos con tal de tener compañía", dijo la intérprete, quien en la película representa a una chica que quiere entrar al mundo del cine porno y lo hace de la mano de un director que filma las películas en su casa..

"Casi hermanos", la película de la brasileña Lucia Murat, se anima a poner en relación el mundo contestatario del Brasil de los años 70 del siglo XX con la realidad politizada y bandolera de comienzos del siglo XXI. Dos amigos de clases sociales diferentes comparten la cárcel en los 70. Uno es preso político; el otro, común. Durante un tiempo pueden compartir la utopía de la igualdad dentro de la cárcel, pero luego la distancia se vuelve a establecer. Décadas más tarde el preso político ha salido de la prisión y se ha convertido en funcionario. El preso común quedó detenido y creó una situación de poder carcelaria que le permitió dominar la vida en la favela.

Durante sus primeros veinte minutos, "Casi hermanos" se presentaba como un drama carcelario. Lentamente la directora lo transforma en una película sobre las divisiones sociales irreconciliables en el Brasil. El público le brindó uno de los mayores aplausos que se han escuchado en la competencia oficial y no dejó de relacionarla con "Ciudad de Dios", el filme brasileño sobre la vida en una favela que hace dos años se exhibió también en el festival. Para la directora Lucia Murat, la película es apenas una muestra de la realidad social de Brasil. "La realidad va muy por delante de la película. Las cosas son mucho peores de lo que se muestra en el filme", dijo.

"Vital", del japonés Shinya Tsukamoto, se esperaba como una película repulsiva, con algún toque de cine "trash" y algunas otras fantasías. El filme no tiene nada que ver con eso. Plantea su historia en el mundo de un hospital, donde un joven que ha perdido la memoria tiene la tarea de diseccionar el cadáver de su novia por puro azar. La película es hasta ahora una de las mejores del festival. Tiene una historia que interesa; se sitúa en el realismo aunque no deja de insinuar un aspecto fantástico, y la realización convierte casi cada momento en una escena memorable. De gran fuerza plástica, el filme deriva hacia territorios que muchas veces el cine no quiere abordar, o los aborda de una manera estereotipada. El director está hablando sobre la pérdida y para hacerlo tiene un relato donde se unen un elemento terrible (la disección) y la melancolía de no saber si todo es como se recuerda.

El filme europeo "Un hueco en mi corazón".