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 jueves, 17 de marzo de 2005  
Memoria. Un médico, ya fallecido, denunció hace unos años que en el lugar hubo matanzas y arrojaron cuerpos
Sospechan que en un arroyo casildense habría restos de personas desaparecidas
La Justicia ordenó a la Municipalidad detener tareas de limpieza que se estaban realizando sobre La Candelaria

Carlos Barbarich / La Capital

Casilda.- La Municipalidad de esta ciudad tuvo que parar la realización de obras de limpieza en el arroyo La Candelaria tras una notificación hecha por el Juzgado Federal Nº 4 de Rosario. Suponen que en un tramo donde estaban llevando adelante las obras podría haber restos óseos de personas desaparecidas en la última dictadura militar. El caso se inscribe en la causa Agustín Feced y otros, acusado de ser partícipe de la desaparición de personas en la provincia.

Al parecer en el año 1984 un médico de esa ciudad, hoy fallecido, de apellido Heller había presentado una denuncia. En ella aseguraba que un campesino de la zona le había comentado que en los años de plomo, más precisamente en 1978, se habrían arrojado cadáveres de varias personas en una parte de La Candelaria.

Se decía que allí podrían haber fusilado a personas o que en ese lugar habrían llevado restos de militantes populares asesinados por la dictadura militar, probablemente en operativos realizados en Rosario o en su zona de influencia (ver recuadro).

Los organismos de derechos humanos siempre sospecharon que en ese lugar podrían haber arrojado cuerpos sin vida, aunque también sospechan que allí se produjeron matanzas de militantes, si bien esta especie es más difícil de determinar.

Incluso algunos de los lugareños que habían comentado de esta situación al médico casildense hoy ya no están, con lo cual se torna más difícil la investigación. Otros, en cambio, prefieren el silencio por miedo.

El arroyo La Candelaria fue ensanchado por la Municipalidad en 1969, año en que se produjo el primer "Casildazo" como consecuencia de la trágica inundación. El mismo tiene un recorrido de 16 kilómetros y sirve para soliviar el agua que se acumula en la ciudad en períodos de precipitaciones intensas.

El tramo en cuestión del arroyo se encuentra en la margen izquierda, yendo por la ruta 33 desde Rosario a Casilda, y a aproximadamente mil metros de ésta. Esa zona no podrá ser removida por las retroexcavadoras por orden judicial. Se especula que ese lugar será inspeccionado para corroborar si realmente hay restos de desaparecidos como lo dijo en su momento el médico casildense.

Fue la mujer de Heller quien alertó al intendente de Casilda, Eduardo Rosconi, acerca de la ratificación de la denuncia que había realizado su esposo hace 21 años. Todo indica que fue a instancias de su hija, una militante de los derechos humanos que reside en Rosario. La denuncia fue ratificada semanas atrás y encontró rápido eco en la Justicia Federal.

Lo curioso es que siempre hubo sospechas acerca de la presencia de restos de desaparecidos en ese lugar pero nunca se inspeccionó la zona. Incluso hay quienes sostienen que nada podría encontrarse hoy. Es que la teoría más firme radica en que en La Candelaria ya se habían hecho tareas de excavación en otra oportunidad. Precisamente en el año 1984 la Municipalidad había realizado tareas de limpieza a lo largo de todo el canal, algo que pretendían repetir este año.


Limpieza
"En ese arroyo se produjeron limpiezas parciales de tramos desde el año de su realización, en 1969, aunque en 1984 se produjo la limpieza total en sus 16 kilómetros", señaló el intendente Rosconi, quien pretende repetir la experiencia de 1984 "para evitar problemas de inundación en la ciudad".

No obstante, aclaró que va a acatar la orden judicial de no remover la zona. "No queremos entorpecer la tarea judicial pero vamos a dejar sentado que es necesario para la comunidad de Casilda que se limpie el arroyo en forma integral", dijo.

Lo cierto es que anteayer la máquina retroexcavadora que se encontraba en el lugar fue sacada y trasladada a otra zona del arroyo para continuar con las tareas asignadas por la Municipalidad de Casilda.
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El arroyo La Candelaria podría esconder oscuras aristas de la dictadura.

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