| miércoles, 16 de marzo de 2005 | Asesinan a 22 insurgentes islámicos en cárcel filipina La policía filipina mató ayer a 22 prisioneros al tomar por asalto una cárcel de Manila donde unos extremistas islámicos se habían amotinado el día anterior y habían asesinado a tres guardias.
Un oficial de la policía resultó muerto y otros seis heridos en el asalto que se produjo en las primeras horas de la mañana, después de que las tropas dispararan gas lacrimógeno, escalaran los muros del edificio de cuatro plantas y finalmente redujeran a los reclusos.
El gobierno, abochornado ya por una serie de fallos en la seguridad de las prisiones, alabó a sus fuerzas de seguridad por acabar con la vida de tres líderes de los guerrilleros, que eran sospechosos de haber llevado a cabo unos graves secuestros de turistas extranjeros en 2000 y 2001.
En cambio, el grupo radical Abu Sayyaf prometió una rápida venganza. "Esta operación empapada con la sangre de nuestros hermanos se convertirá en vitaminas para nosotros", manifestó el portavoz de los rebeldes Abu Solaiman, en un comunicado que se envió a la red televisiva religiosa Net25. "Llevaremos la guerra a Manila. Eso lo prometemos".
El grupo reivindicó tres atentados con bomba ocurridos el mes pasado en la capital y en la isla de Mindanao, al sur del archipiélago filipino, en los que murieron 13 personas, y que se consideraron como un intento de aliviar la presión militar sobre los rebeldes que se enfrentan al ejército en una remota isla del sur.
A pesar de años de formación y de asesoramiento sobre el terreno de las fuerzas especiales de Estados Unidos, el gobierno no ha logrado acabar con este pequeño grupo.
En la prisión se encontraban retenidos más de 400 reclusos, incluidos 129 supuestos radicales islámicos. Según la policía, un núcleo principal de unos diez miembros de Abu Sayyaf dirigió el alzamiento, durante el cual se hicieron con una pistola y abatieron a tres guardias.
Un video de la policía tras el asalto que apareció en la televisión local mostró a varios supuestos integrantes de este grupo ya muertos, en el suelo, con heridas de bala.
Por su parte, el jefe de la policía de Manila, Avelino Razón, dijo que la policía había recibido informes de inteligencia en diciembre en los que se decía que los sospechosos de Abu Sayyaf podrían estar planeando una fuga de la cárcel y que estaban logrando introducir en la misma armas, móviles y explosivos por partes.
"Tomamos algunas medidas preventivas, pero al parecer, hubo fallas por parte de los responsables penitenciarios", afirmó. (Reuters) enviar nota por e-mail | | |