Eduardo Respo: "Prefiero que sea el espectador el que cierre todas las historias"

El director dijo que "Tatuado", filme argentino en competencia, no es dogmático

Fernando Toloza / La Capital

Mar del Plata (enviado especial).- El cine argentino ingresó en la competencia oficial con la película "Tatuado", de Eduardo Raspo. Es un filme sobre un padre y un hijo que tratan de reconstruir la historia de la madre, quien en un momento los dejó, para luego morir alejada de ambos en un pueblo de la zona pampeana. Después de algunas peleas, padre e hijo parten en viaje hacia el pueblo donde la mujer había nacido en busca la verdad.

Nacido en el pueblo cordobés de Mortero, en el límite con la provincia de Santa Fe, Raspo (1962) estudió en el Centro Experimental de Realización Cinematográfica de Buenos Aires, trabajó en las películas "Asesinato en el Senado de la Nación", "Cien veces no debo" y "Animalada", entre otras. También videoclips de Charly García.

"La idea inicial de la película fue la de un chico que tuviese algún estigma", explicó Raspo. El "estigma" es un tatuaje que Paco, el protagonista, lleva desde que tiene tres años. La figura del tatuaje es una mangosta y es lo único que le dejó su madre antes de abandonarlo.

"El tatuaje está por dentro. El chico recibe el mensaje de su madre, quien estaba levemente corrida de la realidad, y eso hace más perturbadora la realidad a enfrentar. De ahí la idea loca de abandonarlo y creer que con el tatuaje le dejaba una protección, cuando lo que hace es estigmatizarlo", dijo el realizador.

El filme recurre al recurso de la "road movie" (un viaje por la ruta en el que van sucediendo aventuras) pero consigue dejarlo en segundo plano, e incluye aspectos de la realidad argentina de las últimas décadas, aunque desde una mirada al sesgo.

"Malvinas o desaparecidos son temas delicados sobre los que tratar en una película. Tuve la intención de que estuviesen en el filme pero de otra manera. Estos aspectos estuvieron más desarrollados en una de las versiones del guión, pero después sentí que de esa forma daba por cerradas una cantidad de cosas".

"Me pareció -añadió- que era más honesto dejar que el espectador cerrase las historias relacionadas con el tema de desaparecidos. El personaje de la novia de Paco deja entrever que es hija de desaparecidos, pero yo no quise darlo por hecho, sino insinuar que eso podía ser verdad o no. Ella habla de esos temas con ligereza, pero a los argentinos nos calan de otra manera", sostuvo Raspo.

"De tanto verla, uno termina no sabiendo qué película tiene. La vi mucho en el laboratorio para chequear que todo estuviese bien, pero aún no estuve en una función de la película con público. No es una cuestión de fobia, me da un poco de pudor estar ante la gente y tenerle que explicar algo. Amo la película pero si me pongo a pensarla la haría toda de nuevo. Es algo que siempre me pasa", confesó el director.

El filme de Respo refleja la historia de un hijo que busca a su madre.