| miércoles, 16 de marzo de 2005 | Carta abierta por la educación Comparto plenamente en que todos merecemos un sueldo digno, que mínimamente cubra los valores de la canasta básica; más aún para el sector educativo, que es quien tiene en sus manos a las semillas de este país. Pero no comparto en lo más mínimo esta forma de reclamo: la huelga. Me parece totalmente egoísta. ¿Quién piensa en los chicos, que deberían recibir 14 días de clases en las primeras tres semanas de marzo y solo recibirán cinco? ¿Quién piensa en los padres, que con tanto sacrificio pagan religiosamente mes a mes hasta el último centavo de la cuota de un colegio privado y su hijo recibe menos del 50% de días de clases en un mes? ¿Por qué después nos asustamos de los bochazos en exámenes de ingreso a las facultades? ¿Por qué no se acata la medida de luchar con los alumnos en las aulas? ¿No les parece que si dieran clases y recolectaran firmas entre los padres (obviamente más contentos) se podría lograr algo? Por otro lado, si en una empresa va el gerente del departamento de informática y dice compremos 100 PCs o aumentémonos todos el sueldo, ¿no pasa por el sector de finanzas (creo que está claro por qué interviene Economía en el tema de ustedes, no)? ¿Además, es una casualidad o, como dijera algún conductor televisivo, una causalidad el que está Menem en el país y comiencen los paros y conflictos? Por todo esto y muchas cosas más, y si bien entiendo el reclamo, estoy totalmente en contra de las huelgas... no es la manera de arreglar las cosas, y muchos menos si están nuestros chicos en el medio...
Germán Marín
enviar nota por e-mail | | |