| domingo, 13 de marzo de 2005 | Rosario desconocida: Un "Bambito" en la ciudad La ciudad cobija en sus rincones presencias humanas entregadas a labores que sus sentimientos y preferencias hacen nacer. El campo de incidencia profunda es amplio e inacabable y cuando esas tareas se desarrollan con amor y dedicación son entrañablemente guardadas en la memoria colectiva...
Hay veces que el transcurso de la vida lleva a transitar historias recientes porque en su camino es posible encontrar ciertos hilos mágicos y necesarios que ayuden a completar actitudes destinadas al descubrimiento y afianzamiento de la realidad. Hace apenas veintisiete días Bambito dejaba de estar en nuestros espacios del anhelo diario y se trasladaba a otra dimensión, a otra función, en nuestro cofre de los recuerdos. Tomamos conciencia que sin imaginarlo él o nosotros, el tiempo y las circunstancias de la vida lo convertirían en un colaborador de "Rosario Desconocida" donde volcamos la comunicación relacionada con páginas de la realidad urbana de hoy y de ayer. Una tarea que no se limita sólo a estas entregas semanales sino que abarca un lapso de treinta y cinco años indagando en este cuerpo urbano y fijando los encuentros en notas, gráficos, filmaciones, fotografías, audiovisuales, conferencias y todo aquello que pueda ser útil para concentrar la pasión por conocer cada vez más profundamente el lugar que habitamos.
José Luis "Bambito" García se ausentó mucho antes de lo que su juventud y dinamismo prometían. La vida, en este caso desatenta, lo abandonó antes de tiempo cuando aún tenía muchas cosas que ofrecerle. Tan inesperado fue, que su propia familia expresaba "...no podemos creerlo y pensamos que es un chiste más de alguien que se dedicó a alegrarnos la vida y a que todos la pasemos bien... En el cielo van a bailar como nunca lo hicieron...".
Bambito, su socio Pablo Palumbo y colaboradores, hicieron siempre lo mejor para satisfacer el apetito colectivo por la música. Entregar música para ser felices y hacer felices a los demás, animar reuniones de todo tipo con la música como centro, o registrar música y palabras en su estudio del subsuelo de calle Dorrego al 700, cuya sala de grabaciones está ubicada exactamente bajo la huella del ruedo que funcionaba en la Plaza de Toros hacia el primer cuarto del siglo XX. Enorme cantidad de autores y ejecutantes de música dejaron grabados allí sus mensajes artísticos. Y así es como Bambito colaboró con nuestra tarea. En aquel sótano fueron registradas bandas sonoras de audiovisuales gestados a la luz de las sugerencias poéticas que la ciudad sensible ponía en nuestras manos para hacerlas realidad.
"El Tango" con letra de Jorge Luis Borges y música de Astor Piazzolla rescata rastros y marcas de un arrabal rosarino y un ámbito prostibulario que la ciudad ha ido perdiendo poco a poco. "El Horizonte Sensual" con música de Ravel lleva a observar la riqueza de nuestras cúpulas, torres y miradores antiguos. "Informe sobre ciegos" de Sábato y música de Astor, mostró una ciudad que en su aparente pasividad puede guardar ámbitos tenebrosos, de angustias mezcladas con el terror.
Ciudades invisibles Pero el trabajo más complicado fue sin duda "Las ciudades invisibles" en base al libro de Italo Calvino, donde la música de Irene Papas, Vangelis y Piazzolla ayudaron a demostrar que la ciudad contiene en si misma a otras ciudades del sentimiento,la imaginación y la sensibilidad. Fue el único trabajo realizado con empleo de dos voces en el relato. Al también desaparecido Mario Rodríguez, actor de valía y total entrega, le correspondió dar vida al Kublai Khan, y nosotros, indagando esas ciudades aportamos la voz de Marco Polo.
Las grabaciones se hicieron en directo y en varias etapas, y para este último caso debimos inventar una serie de señales y gestos que permitieran al técnico conocer en qué momento la música tomaba preponderancia o realizaba una apoyatura dramática, pausas, arranques, el auge emocional... Esfuerzos imposibles de realizar sin la necesaria solvencia y sensibilidad técnica adecuada por parte de quien estaba a cargo de consolas y reguladores de sonido.
Volviendo a Mario Rodríguez cabe la interrogación sobre qué hubieran expresado quienes desde el exterior llegaron al Congreso de la Lengua si hubieran presenciado su desnudez cubierta con una manta en el acto de dramatizar con su voz el calvario y la muerte del "Tupac Amaru"... Un actor que por más de treinta años estuvo permanentemente en los escenarios ofreciendo sus recitales con obras gestadas por poetas de la lengua española de todos los tiempos.
Por esto, con el merecido recuerdo y agradecimiento, el Bambito y su gente estarán para siempre contenidos en la memoria del trabajo colectivo brindando capítulos que descubran a la ciudad desconocida.
Un muchacho gestado en un hogar que también es parte intransferible de nuestra idiosincrasia. Papá "Bambi" García, fotógrafo, músico, enorme ser humano, uno de los personajes más populares de la ciudad, alma de la Tradicional Jazz Band y principal gestor del "Festijazz" que hace unos años marcó por tres días a la ciudad llevando a todos los rincones ritmos tradicionales en los conciertos en el Teatro El Círculo y el gran desfile colorido, inundado de música y alegría general, desplazándose por las peatonales con el aporte de numerosas bandas llegadas desde otros puntos del país y del exterior. Y mamá Alicia, apoyando con dulce alegría y disposición las tareas de los dos hombres de la casa para que sus realizaciones fueran siempre las mejores...
Por qué no imaginar entonces un gran concierto popular con participación de músicos y conjuntos de la ciudad a quienes haya atendido Bambito para que perduren por siempre a través de grabaciones destinadas a enriquecer y fortalecer el tesoro de la memoria colectiva. Que esto ocurra en una noche de luna llena con la corriente del Paraná acompañando la escena, y nuestro amigo instalado por allí, sonriente y satisfecho, sabiendo que su corta existencia dejó una marca perdurable en la ciudad y que la alegría regalada a la gente vivirá por siempre...
Si el concierto finaliza con la Tradicional Jazz Band y papá Bambi empuñando su banjo y poniendo el corazón como es su costumbre, el alejamiento de nuestro amigo no tendrá un gramo de tristeza... Las estrellas brillarán esa noche como nunca lo hicieron. Qué duda cabe....
(*) Arquitecto
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