Armas de guerra y cocaína en el menú de una parrilla

Un operativo de la policía en una parrilla de la zona oeste de la ciudad que apuntaba a localizar elementos robados derivó en un inesperado hallazgo de casi 300 gramos de cocaína, armas de guerra y municiones. El dueño del comercio, un suboficial que perteneció a las filas de la Unidad Regional II, y el encargado fueron detenidos.

El procedimiento, realizado el viernes alrededor de las 21.30, tuvo lugar en una parrilla y rotisería de Pellegrini y Garzón. En el lugar había unas diez personas saboreando carnes y achuras, cuando llegaron los efectivos de la Brigada de Investigaciones y los comensales debieron interrumpir la cena.

Los policías habían arribado con la intención de hallar un arma de fuego que había sido sustraída en jurisdicción de la comisaría 19ª en diciembre pasado. "En realidad sabíamos que en el lugar se compraban y vendían armas y electrodomésticos robados", explicó el comisario Néstor Ljumberg, jefe de Investigaciones.

Apenas comenzaron la requisa, los uniformados encontraron detrás del mostrador de la rotisería una escopeta calibre 16 marca Centauro, una pistola automática calibre 7.65, sin numeración, con cargador y cartuchos, una pistola automática del mismo calibre, con cargador y sin registro. También frente a los ojos de los efectivos aparecieron 60 cartuchos calibre 32, ocho municiones de escopeta y ocho cartuchos calibre 22.

Aunque el hallazgo no sorprendió a los uniformados, sí se extrañaron cuando divisaron una caja de cartón apoyada sobre un estante de la rotisería en la que descubrieron 27 ravioles de cocaína. Continuaron con la requisa y sobre la misma estantería observaron una pava de grandes dimensiones. Allí había cuatro ladrillos de la misma droga.

Ya para entonces los agentes de la Brigada de Investigaciones se habían contactado con el Juzgado Federal Nº4 y el procedimiento había quedado a cargo de la Brigada de Drogas Peligrosas. Los agentes de Narcóticos continuaron la búsqueda en la parrilla y hallaron 85 ravioles en un bolso y otros 11 en una riñonera.

Después se dirigieron a un depósito situado en el patio del comercio y encontraron 101 envoltorios de cocaína. En total, los policías hallaron 288 gramos de estupefacientes. Por su parte, los agentes de Investigaciones secuestraron una notebook, un equipo de audio, un pasacasete, dos videocámaras y 2.400 pesos. En el operativo resultaron detenidos el propietario del negocio, identificado como Roberto Juan Usin, de 63 años, y el encargado, Juan Carlos Robledo, de 38, mientras que los empleados del local fueron demorados, pero ayer a la mañana recuperaron la libertad después de prestar declaración.

"Sabíamos que Juancito (por Usin reducía cosas robadas", comentaba ayer a la mañana un oficial que recorre los pasillos de la Jefatura, quien recordó que Usin revistó como cabo en la policía rosarina y dejó la fuerza hace unos 25 años.

En tanto, Usin y Robledo quedaron a disposición de los juzgados de Instrucción Nº11 y el juzgado Federal Nº4 y el lunes serán indagados por los magistrados intervinientes.