| domingo, 13 de marzo de 2005 | Paisajismo: Después de las vacaciones Luego de las altas temperaturas del verano, las plantas necesitan algunos cuidados especiales que les permitan recuperarse de los descuidos que sufrieron durante las vacaciones. Una guía de actividades con tareas destinadas a preservar la salud y las formas facilitará la tarea para que el jardín no pierda el encanto.
u Canteros: en esta época es fundamental airear la tierra (carpirlos) superficialmente para no dañar las raíces. Se desintegra la capa formada por la erosión permitiendo que el agua sea absorbida con mayor facilidad por el suelo y llegue a la planta. Así se estimula el crecimiento radicular y se asegura una mejor tolerancia al calor y a la sequía.
u Enredaderas: durante todas las estaciones hay que controlar la dirección de las guías. Esto consiste en cortar ramas mal formadas y viejas y las flores que no estén en óptimas condiciones. Si bien esta tarea se realiza todo el año, en estos meses se debe tomar una precaución especial y cortar con herramientas adecuadas. Deberán estar bien afiladas para hacer cortes pero evitando desgarros innecesarios en la planta (producto de un mal corte).
u Césped: conviene cortarlo de tal manera que quede un poco más largo de lo habitual. El pasto cortito forma una alfombra pero permite que el suelo se seque con facilidad. Por el contrario, dejarlo más alto ayuda a mantener la humedad y evita los sufrimientos producidos durante el verano por la sequía y el calor intenso.
u Herbáceos: al igual que en otros meses hay que sacar las flores secas que ya cumplieron su ciclo. Es una buena idea incorporar especies cuya floración sirva para cortar ya que si bien es gratificante verlas en las plantas algunas pueden introducirse en la decoración de la casa y llevar al interior el perfume y los colores del jardín. Hay un sinfin de especies adecuadas como jazmines, euriops, lavandas, salvias (agradables por el aroma); phornium, ligustros sinensis y laurentinos son llamativos por el follaje.
u Cubresuelos: es una buena opción para los sectores donde no crece el césped y en aquellos que hay una densa sombra o escasa humedad (como debajo de árboles frondosos). En estos casos deben utilizarse especies de crecimientos rastreros o bien incorporar materiales como chips o piedritas. La opción más adecuada dependerá del uso que se de al lugar.
Ivana Traid y Francisco Enz
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