| domingo, 06 de marzo de 2005 | Lavagna sale a buscar el OK del Fondo El ministro de Economía, Roberto Lavagna, viajó ayer a Washington, donde hoy por la noche se reunirá con el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, para analizar el resultado del canje de la deuda argentina y la reanudación del programa "stand by" con el organismo.
Luego de anunciarse el resultado del canje -que tuvo un grado de aceptación del 76,07 por ciento, lo que implica una reducción de la deuda de más de 65.900 millones de dólares- Lavagna buscará el visto bueno del FMI, uno de los pasos finales para considerar definitivamente que la Argentina salió del default.
La opinión del FMI y del Grupo de los Siete (países más industrializados del mundo) respecto del canje son consideradas fundamentales por distintos analistas, ya que representan una suerte de certificación para que la Argentina tanto en lo que se refiere al acceso al crédito a tasas razonables, como en lo que respecta a la llegada de inversiones.
Lavagna tiene previsto también reunirse mañana nuevamente con Rato y, por separado, con el director del Departamento para el Hemisferio Occidental, Anoop Singh.
También es probable que tome contacto con el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, John Snow, y con el subsecretario de Asuntos Internacionales de la administración Bush, John Taylor, quien fue el que siguió de cerca la reestructuración de la deuda argentina.
Lavagna afirmó que el mérito de que la Argentina haya salido del default corresponde a "toda la sociedad", que respaldó el proceso de canje de la deuda pública, que alcanzó una adhesión superior al 76 por ciento.
"El que hayamos podido dar este paso ha sido posible merced a la firmeza del presidente Néstor Kirchner, a la decisión de la conducción económica y del equipo negociador, a la seriedad técnica con que se planteó la posición del país y al apoyo manifestado en el Congreso por parte de los partidos políticos mayoritarios", añadió Lavagna. "Sin ese apoyo, explícito o implícito, de la mayoría de los argentinos nada hubiera sido posible", aseguró el ministro.
En ese sentido, precisó que hubo que "enfrentar el cortoplacismo de quienes dentro y fuera del país preferían una reestructuración rápida y casi sin quita aunque ella fuera insostenible en el tiempo y fuente de acumulación de nueva y mayor deuda".
También puntualizó que hubo que confrontar con "la mala fe de intermediarios cuyo objetivo era evitar la responsabilidad de muchos bancos y la de algunos comisionistas que pretendían, como es obvio, sacarles plata al gobierno argentino o a los tenedores minoristas de bonos, o si era posible a ambos". enviar nota por e-mail | | |