Nuevo impulso. El presidente advirtió que no hay personas "intocables" para la Justicia

Kirchner asumió la culpa del Estado en la investigación en la causa Amia

Dijo que desde el poder se encubrió el atentado, al que volvió a calificar de "vergüenza nacional"

El presidente Néstor Kirchner aseguró ayer que "no tiene que haber ningún intocable" para la Justicia y advirtió que hubo en la Argentina un Estado que "no supo o no quiso" esclarecer y hasta "encubrió" el atentado a la Amia, en una impunidad que es "vergüenza nacional".

"No tiene que haber ningún intocable, todos debemos estar frente a la Justicia y los que más responsabilidad tenemos debemos rendir permanentemente cuentas de nuestros actos", enfatizó Kirchner en el acto de entrega a la Justicia de los archivos sobre Amia almacenados en la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side) (ver aparte).

Kirchner afirmó que en el país hubo durante mucho tiempo un Estado que "no supo o no quiso resolver" el atentado a la Amia, o bien "lo encubrió".

"¿Y entonces qué pasó con los casos de la Amia y de la embajada y de otros tantos casos como los de las de las Madres del Dolor que hemos visto ayer y demás?", se preguntó.

Y evaluó que por entonces "había que buscar una salida política, ver de qué forma se podía generar la menor crisis institucional, porque lo fundamental es preservar el funcionamiento institucional de cualquier manera. ¿Se acuerdan de aquel discurso?", insistió.

"No levantemos olas, nada, porque esto es fundamental para preservar lo que tanto nos costó conseguir, entre comillas. Y llegamos a este tipo de situación que nos avergüenza, que es una vergüenza nacional", afirmó.

"Todos sufrimos lo que sufren los familiares; los respeto y los admiro", enfatizó en el salón Blanco de Casa de Gobierno al dirigirse a los parientes de los 85 muertos en ese ataque del 18 de julio de 1994 en Pasteur 633.

De cara a los representantes de las organizaciones judías Amia y Daia y familiares de las víctimas, Kirchner aseguró que en esta nueva etapa de la investigación se volverá a demostrar que "es posible la Justicia y la verdad y que el encubrimiento y los delincuentes en la Argentina no van a tener más lugar".

"Sufrimos lo que sufren los familiares, más la vergüenza de tener un Estado que no quiso resolver o encubrió. No hay duda que para llegar a tanto, debió existir encubrimiento", razonó.

Ante esta realidad, "el Estado tiene la obligación de esclarecer estos hechos aberrantes y vergonzantes que nos ha tocado vivir", aseveró.

Del acto en un casi colmado salón Blanco participaron también el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; los ministros de Justicia, Horacio Rosatti; del Interior, Aníbal Fernández; de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; de Salud, Ginés González García; el canciller Rafael Bielsa y otras autoridades.

También asistieron el embajador de Israel, Rafael Eldad; los titulares de la Amia, Abraham Kaul, y de la Daia, Jorge Kirszenbaum, así como representantes de entidades sociales y de derechos humanos.

Tras la firma de un acta por la entrega de los documentos entre el titular de la Unidad Fiscal, Alberto Nisman, y el jefe de la Side, Héctor Icazuriaga, comenzó la mudanza de las miles de carpetas.

Por la tarde, cientos de cajas comenzaron a llegar a la sede de la Unidad Fiscal Amia, en Hipólito Yrigoyen al 400, frente a Plaza de Mayo -en diagonal a la Side- donde el fiscal federal Nisman y otros funcionarios judiciales revisaron el contenido y firmaron recibos por todo lo entregado.

La Unidad Fiscal se creó en un intento para poder reencauzar la fallida investigación del atentado, poco tiempo después que el Tribunal Oral Federal Nº3 determinó que durante el gobierno de Carlos Saúl Menem la causa fue armada para dar con falsos culpables en pos de "inescrupulosos" intereses de gobernantes de turno.

Este final de juicio incluyó también la nulidad de gran parte de la causa judicial que durante una década investigó el juez federal Juan José Galeano, separado del caso, por graves denuncias por irregularidades.

Kirchner busca dar una nueva impronta a la causa Amia.