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 miércoles, 02 de marzo de 2005  
A media magia
Capria dijo que no juega porque está al 50 por ciento

Gustavo Conti / Ovación

En el fútbol argentino debe haber pocos jugadores tan sinceros como Rubén Capria. Entre los periodistas, se debe confesar, existían ciertas dudas sobre si el golpe que recibió en el empeine izquierdo durante el clásico era la verdadera causa de su exclusión frente a Huracán de Tres Arroyos. Y no hizo falta indagar por otros medios o especular al respecto. Fue el mismo Mago quien, con una honestidad brutal, aseguró que la razón pasaba por su físico, que apenas está al 50 por ciento de su potencial, y que no quiere mentirse a sí mismo, aunque eso le haga perder el lugar en el equipo.

Capria enfrentó todas las preguntas. ¿Por qué tiene esa merma si hizo la pretemporada sin lesiones? ¿Tuvo algo que ver la charla del plantel después del clásico? ¿El retiro le pasa por la cabeza? El Mago no gambeteó ninguna y, análisis de todo tipo mediante, piensa en recuperar lo perdido quién sabe dónde.

"Voy a hacerme una evaluación física porque realmente no me siento pleno. Quiero hacer un trabajo de refuerzo para ponerme bien en la cancha", dijo a numerosos periodistas antes de tener un aparte con Ovacion, confirmando además que ya está "descartado" para el viernes.

"En los partidos que jugué no quedé para nada conforme con mi rendimiento", amplió. "Además, recibí un planchazo en el empeine durante el clásico y no pude practicar como corresponde, así que aproveché y a partir de ahora decidí entrenar bien, como yo quiero. Soy muy autocrítico y sé que puedo estar mejor".

-¿Por qué no te sentís bien en lo físico?

-Porque no estoy en la condición que yo quiero y el equipo merece que todos los jugadores que estén dentro del campo estemos en las mejores condiciones. Yo no me siento como debo estar, estoy en una baja condición y entonces tengo que trabajar y mejorar. Sé lo que puedo dar, no como a los 25 años, pero sí que puedo superarme. Si tengo que hacer doble o triple turno, lo haré.

-Esto sorprende porque no tuviste ningún inconveniente durante la pretemporada. ¿A qué atribuís esta merma?

-No, no tuve problemas, pero tampoco tengo el fundamento científico para contestártelo. En base a las evaluaciones, al análisis de sangre y a todas las cosas que estoy haciendo le buscaremos la vuelta para ver dónde hay que apuntar. Igual, lo importante es entrenar bien. Yo siempre digo que hay que ser respetuoso con la camiseta que se defiende y estar en buenas condiciones. Hoy no lo estoy, los dos partidos del campeonato no los jugué como quiero y entonces voy a buscar las respuestas.

-¿Tuvieron algo que ver estas charlas en la intimidad del plantel después del clásico, donde se suscitó el problema con Ortega y se planteó que el equipo no venía bien?

-No, nada que ver. Esto es algo bien personal, de mi físico. Tengo 35 años y creo que para estar adentro de una cancha tengo que estar en muy buenas condiciones. Así que lo que quiero es entrenarme bien, porque a la vez me entristece no estar como debo. Más allá de un contrato o de lo que signifique esa especie de materialismo alrededor del fútbol, no hay nada que supere cuando uno está triste en la cancha, porque no te sentís pleno ni fuerte. Así que en primer lugar está eso. Quiero realmente jugar estando en buenas condiciones, porque eso me hace feliz. Con Vélez y Central, en cambio, me quedé triste porque pienso que no le aporto al equipo ni es beneficioso para mí.

-Lo que decís es de una honestidad brutal, muy poco habitual en el fútbol.

-Lo que pasa es que a esta altura de la carrera, lo peor que debe haber para un ser humano es hacerse el distraído con uno mismo. Por eso, no me parece correcto ni leal hacer otra cosa, más allá de mi conveniencia o de dejar mi lugar en el equipo. Además, si seguía así mi lugar lo iba a perder.

-Mencionaste el tema de la edad, de que no te sentiste feliz en la cancha. Y te marqué que la pretemporada la hiciste como correspondía. ¿Podría ocurrir que no llegues a alcanzar la condición física que te imponés?

-No, no, porque sé que hay algunas valencias de entrenamiento que no he trabajado y me hacen muy bien. Sé que haciéndolas voy a mejorar rápidamente. Por eso me quise evaluar para ver qué cargas tengo que manejar en el gimnasio, qué trabajos aeróbicos debo hacer, en qué tiempos. Para eso hago todos esos análisis, para trabajar luego con menos margen de error. Sinceramente estoy con ese desafío y la gente del fútbol y mis compañeros, además de Pomelo (Ribeca), que confía en mí, merecen que esté de la mejor manera.

-Por lo que decís, el objetivo no se alcanzará tan rápido.

-No lo sé, dependerá de lo que diga la evaluación de campo (la realizó ayer por la tarde) como los análisis de sangre (los resultados estarán el lunes). Me hice de todo, porque para jugar hay que estar diez puntos.

-¿Tenés cuerda para rato o en tu mente está la posibilidad del retiro?

-No sé para cuánto tendré, pero puedo seguir jugando. Soy realista y sé que no voy a correr como Belluschi, pero siento que tengo potencial para poder explotar y hoy te diría que estoy en un 50 por ciento de ese potencial.


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