| miércoles, 02 de marzo de 2005 | Cambio histórico. La izquierda llega por primera vez al poder Tabaré promete igualdad y paz al asumir la presidencia de Uruguay Dijo que gobernará sin banderías políticas, respetará los derechos humanos y fortalecerá la integración regional Montevideo. - El oncólogo socialista Tabaré Vázquez, que se convirtió ayer en el primer presidente de izquierda de Uruguay, prometió que trabajará para ofrecer igualdad de posibilidades a todos sus compatriotas y para que la paz se instale definitivamente entre los uruguayos". Vázquez, de 65 años y ex alcalde de Montevideo, prestó juramento a la Constitución ante la Asamblea General legislativa, en un acto que fue presidido por el titular del Senado, el "ex guerrillero tupamaro" José Mujica.
La ceremonia de posesión se completó cerca de una hora después en el céntrico edificio Independencia", donde el mandatario saliente, el liberal Jorge Batlle, le entregó la banda presidencial. Batlle se retiró silvado por algunos simpatizantes de Vázquez que esperaban el saludo del nuevo presidente desde uno de los balcones del edificio.
Juro trabajar incansablemente por la felicidad de los uruguayos", dijo emocionado Vázquez luego de declarar fidelidad a la Constitución en la sede del Parlamento. "Esta es la primera vez que hablo en este recinto y seguramente será la última", dijo Vázquez ante legisladores y comitivas del exterior en el Parlamento, luego de prestar juramento a la Constitución, dando a entender que no pretenderá un segundo mandato.
El nuevo jefe de Estado dijo que llegó a la presidencia junto a cientos de miles de compatriotas que se expresaron soberanamente sobre un proyecto para todas y todos los uruguayos en los comicios de octubre pasado, y señaló que lo inspiran los principios de libertad, solidaridad e igualdad de oportunidades. Sostuvo que en el mundo concluyeron los tiempos de los gobiernos pretendidamente iluminados y buscó el compromiso de los uruguayos.
Adiós al bipartidismo Vázquez, que lidera la coalición de izquierdas Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría -que agrupa a socialistas, comunistas, ex guerrilleros tupamaros, entre otros-, desplazó por primera vez del poder a los tradicionales partidos Colorado y Nacional (o Blanco).
Vázquez, a quien los uruguayos llaman simplemente Tabaré, repitió que asume el compromiso de trabajar al extremo máximo en "un proyecto de desarrollo productivo y sustentable", y para que el país ofrezca igualdad de oportunidades a sus habitantes sin distinción de banderías políticas. "Las naciones no se construyen pensando en el pasado", dijo Vázquez en su discurso. Y precisó: "No somos los dueños del pasado de nuestro país, pero tampoco somos ajenos al mismo".
Prometió, además, impulsar una política activa de derechos humanos. "A 20 años de recuperada la democracia (tras la última dictadura que rigió entre 1973 y 1985), aún subsisten zonas oscuras en materia de derechos humanos. Es necesario y posible aclararlas en el marco de la legislación vigente, para que la paz se instale definitivamente en el corazón de los uruguayos", señaló. "Con la verdad buscaremos que la sociedad recupere la paz, la justicia, y que el horror de otras épocas no vuelva a pasar, nunca más", agregó.
Una comisión creada por el gobierno saliente concluyó que los desaparecidos en el país, unos 30, murieron debido a las torturas, pero no se buscaron sus restos. Además las investigaciones se vieron bloqueadas por una ley de amnistía que prohibió los juicios a militares y policías acusados de violaciones a los derechos humanos.
Priorizar el Mercosur En materia de política exterior, Vázquez reiteró el carácter prioritario que le asigna al Mercosur -que integra Uruguay junto a Argentina, Brasil y Paraguay- pero "más amplio y fortalecido". Dijo que intensificará las relaciones con todos los países latinoamericanos y abogó por concluir rápidamente negociaciones comerciales con la Unión Europea. También indicó que pretende "jerarquizar" las Naciones Unidas.
La llegada de un presidente de izquierda había generado algunos temores entre los inversores. Pero la elección de un ministro de Economía moderado, Danilo Astori, y las señales que dio el mandatario a organismos multilaterales borraron esa incertidumbre. Vázquez aprovechó su discurso de asunción para reforzar esa imagen. "No se ignorará la relación con los organismos financieros internacionales. También en este terreno, desde el cumplimiento de las obligaciones contraídas por el país, promoveremos una relación de mutuo respeto que tenga en cuenta las necesidades y el derecho al desarrollo de la sociedad uruguaya en su conjunto", dijo Vázquez.
También postuló una política exterior "independiente, de pleno respeto a la soberanía de los Estados, de defensa de los derechos humanos, la democracia y la autodeterminación de los pueblos", que "no tolerará injerencias externas en los problemas internos" de Uruguay.
Asimismo, el presidente se comprometió a desarrollar políticas para crear empleo, trabajar junto a los partidos de oposición y combatir la corrupción como también al racismo de la sociedad uruguaya. Pese a un crecimiento de la economía de casi 13% en 2004, Vázquez deberá enfrentar un alto desempleo que en el último trimestre del año pasado fue de 12,1%, un nivel de pobreza de casi un tercio de la población y elevados pagos de deuda pública en los próximos dos años.
Los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Venezuela participaron de los actos de la asunción. Además, visitan Uruguay representantes de países europeos, asiáticos y africanos, de casas reales y jefes de organismos internacionales. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Tabaré Vázquez dio inicio a su gobierno. | | |