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 sábado, 26 de febrero de 2005  
candi
Charlas en elCafé del Bajo
-Patricia tiene 24 años, es estudiante de biotecnología de la Universidad de Rosario y me han conmocionado, Inocencio, unas palabras de ella.

-¿Qué le ha dicho?

-Hagamos lo siguiente, yo voy reproduciendo algunos cosas y usted va reflexionando. ¿Quiere?

-Con gusto.

-Por ejemplo me cuenta que se plantea todo: "¿Por qué es tan difícil ser humano? ¿Por qué es tan complicado ser yo? ¿Por qué a todo le busco el porqué?".

-Eso solo ya demanda la lectura de una biblioteca. Es cierto, es difícil ser humano y es difícil en todos los sentidos. Es difícil la vida y es difícil ser cálido y amar. No es una tarea simple y a veces las injusticias, las dificultades, los fracasos nos mueven a esa pregunta que viene con una carga de desazón y angustia: ¿por qué? Esta carga es mayor en los espíritus románticos, idealistas y soñadores. Pero es precisamente porque conocemos la dificultad y la injusticia es que nos levantamos y procuramos, al menos, intentar el cambio de una realidad a veces abrumadora. Y este cambio, gracias a los que sufren y que se levantan, la humanidad lo va logrando. Poco a poco, a veces pareciera que muy moderadamente, pero lo va logrando. Hay en el fondo de todo este escenario desgarrante una luz que crece. En cuanto a que es difícil ser "yo", pues sí, ya lo creo, es muy difícil y es la meta, creo, de todo ser humano. ¿Qué significa ser yo? Diría que significa primero aceptarse con todos los defectos y todas las virtudes para después poder aceptar al otro de la misma forma. Significa que aun conociendo que somos finitos, limitados e imperfectos debemos alcanzar el mejor nivel que nos sea posible, tarea que debe trascender el probable para convertirse en ineludible. En lo que se refiere a por qué siempre hay un porqué...pues esta pregunta que caracteriza a todo investigador ha hecho que la humanidad, a pesar de todo, creciera, se desarrollara.

-Se pregunta Patricia: "¿Cuál es la medida de mi vida? ¿Igual a la de qué o quién? ¿Es algo objetivo, la que determina Dios, o subjetivo?".

-Si la pregunta se dirige a determinar cuál es el punto de referencia para los pensamientos y acciones en la vida, pues debemos decir al respecto que lo aconsejable es vivir de acuerdo con ciertas reglas que son naturales y que parten de lo que siempre digo es la esencia no contaminada del ser humano, su inmaculada naturaleza (conciencia). Algo o mucho de Dios, o como quiera llamarse a ese fuego sagrado, a esa luz, a esa energía que todo lo mantiene en equilibrio, hay en el núcleo del hombre. En suma, que la medida de la vida es la medida del amor. El primer principio y último es el amor, porque el que ama cumple con toda la ley.

-Sigue Patricia: "¿Qué es ser libre? ¿Se puede ser libre y prisionero a la vez? Sí, claro, -dice la amiga-: el precio de la libertad es la continua vigilancia, es liberarse de algo para atarse a otra cosa, la cual tiende a proteger esa libertad adquirida".

-Un cristiano, parafraseando a Jesús, diría que lo único que hace libre al ser humano es la Verdad, es decir Dios. En realidad todos los teólogos confluyen de una forma o de otra en este pensamiento: la libertad llega cuando el alma se consustancia con la divinidad. No dudo de que haya personas que alcanzaron el estado de santidad y gocen de la libertad, lamentablemente en general los seres humanos somos esclavos. Esclavos por obra y gracia de la naturaleza que ha sido "maculada" por distintas causas: egoísmo, poder, riquezas, éxito, fama, preocupaciones, penas, complejos, miedos, etcétera. Muy difícilmente pueda hallarse una persona "libre", pues todos de una manera u otra estamos sometidos, sojuzgados por hombres o por circunstancias. Pero precisamente el camino hacia la libertad, que primero desea y luego emprende todo esclavo, es el camino hacia el mejoramiento, el retorno a su primitiva naturaleza. Los religiosos llamarían a esto: el camino del alma hacia Dios, o el retorno a la fuente. Un agnóstico diría: la elevación del ser para la puesta en práctica de la mayor cantidad posible de bellos principios éticos y morales.

-Mañana seguimos.

Candi II

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