Libertadores: Quilmes perdió en el segundo final

Quilmes volvía a empatar 2 a 2 en Santiago, ayer ante Universidad de Chile en la apertura del grupo 3 como hace 15 días frente a Colo Colo, cuando logró el pasaporte a esta Copa Libertadores de la que toma parte por segunda vez en su historia, pero en el instante final del cotejo cayó 3 a 2 y se quedó injustamente con las manos vacías.

Nuevamente como en aquella oportunidad el volante ofensivo Diego Torres tenía una participación decisiva al convertir el tanto que le deparaba a los cerveceros su primer punto en el certamen, justo cuando por estas horas se vive en Chile una gran expectativa porque su homónimo cantante connacional se presenta en el prestigioso festival internacional de Viña del Mar.
La defensa
Pero en el segundo minuto de descuento la defensa quilmeña volvió a fallar en un tiro de esquina (igual ocurrió en el segundo tanto universitario), que encima fue a media altura, y Cristian Martínez le entregó un injusto triunfo a los chilenos, casi como si fuera un veredicto parcial del "monstruo de la Quinta de Vergara" (el exigente público de Viña).

Y fue una injusticia por todo lo bueno que hizo Quilmes hasta ese postrero y fatídico instante, ya que como si la clasificación para este certamen obtenida ante Colo Colo hace dos semanas le hubiera servido de impulso, el visitante salió al muy poblado Estadio Nacional sin complejos, pisando firme en todos los sectores y con una encomiable ambición ofensiva.

Para eso supo adueñarse del medio campo con la ubicuidad del chileno Pablo Galdames y la dinámica del colombiano Andrés Pérez, mientras que Vitamina Sánchez se encargaba de manejar los tiempos del partido y habilitar de continuo a Aldo Osorio.

Sobre los quince minutos Osorio dejó atrás al ex River Máximo Lucas, con un regate en una baldosa, pero no estuvo fino en la definición, cuando inclusive Miguel Caneo ingresaba al área chica con todo el arco a su disposición.

Siguió merodeando el ex Talleres y Numancia, de España, quien 15 minutos más tarde volvió a disponer de otra buena ocasión que también dilapidó por la imperfección en la puntada final.

Pero a los 35, por fin, los cerveceros lograron el tanto de la apertura que tanto merecían, aunque con un autor tan impensado como la forma en que llegó a la conquista: Nelson Vivas, con un espectacular tiro libre.

Pero la alegría duró lo que un chocolatín en la puerta de un colegio: nada. Apenas 30'' después los locales alcanzaron la paridad luego de un desborde por derecha de Sergio Gioino que Marco Olea empujó ante el arco vacío.

De allí hasta el final se animaron los chilenos y disfrutaron de sus mejores momentos del período inicial, que terminaron inclusive de la mejor manera, ya que sobre la hora se durmieron en un córner Gabriel Lobos y Galdames, por lo que Waldo Ponce sacó rédito con un cabezazo goleador.

La presión constante en el complemento hizo que el empate no tardara en llegar, porque a los 13 minutos, con todo el equipo lanzado en ataque, un remate desde fuera del área grande de Agustín Alayes obligó al arquero Herrera a dar rebote, lo que le permitió a Diego Torres, nuevamente como ante Colo Colo, anotarse en el tanteador.

Pero tal como aconteciera ante el Cacique, Quilmes terminó conformándose con la paridad. Una cosecha que, por tratarse del debut, y como visitante, no resultaba desagradable. E inclusive hasta quedaba la sensación que con un poco más de arado la cosecha podía haber sido mayor.

Nada hacía pensar, ni al más optimista de los chilenos ni al más pesimista de los argentinos, en otro resultado que no fuera ese empate que parecía grabado a fuego. Pero la defensa del equipo de Alfaro volvió a dormirse y el ingresado Martínez bajó el martillo: "Será injusticia...", y lo fue nomás.

Como para no agarrarse la cabeza.