| domingo, 20 de febrero de 2005 | La liquidez de las compañías motoriza megaoperaciones a nivel mundial Fusiones, una ola que pasa por el costado Analistas prevén cifras récord para 2005. En la Argentina el impacto del fenómeno es escaso Marcos Cicchirillo / La Capital Después superar la burbuja financiera de comienzos de milenio, con las elecciones de Estados Unidos y la entrada en una meseta del precio del petróleo, los gigantes corporativos estadounidenses parecen haber despertado con una nueva ola de fusiones y adquisiciones que prometen un 2005 muy movido a nivel global. Los altos niveles de liquidez de las empresas y la necesidad de ganar escala están motorizando las operaciones.
El último caso resonante fue a comienzos de la semana pasada con la compra por 6.700 millones de dólares de de MCI (ex World Com) por parte de Verizon. Pero a la lista hay que sumarle la adquisición de AT&T por SBC, de Gillette por Procter & Gamble, la rama de seguros de vida Travelers Life & Annuity del Citigroup por Met, y la fusión de Nextel y Sprint a fines de 2004. El monto de estas operaciones representan una cifra similar a la deuda en default que tiene Argentina.
Los efectos colaterales por estas tierras en el corto plazo se proyectan acotados, ya que algunos de estos jugadores se habían retirado antes de la región, directamente no participaban o sólo tienen oficinas y cadenas de distribución que tenderán a su integración. Lo más significativo fue el pase de Orígenes (Citigroup) a Met.
De todas formas, analistas locales estiman que habrá novedades este año en materia de fusiones y adquisiciones en la Argentina en algunos rubros como alimentación y bancos, pero que vendrá de la mano de capitales nacionales o latinoamericanos y más bien por un fenómeno local.
El consultor Miguel Molfino, de Delloite, señaló que el impacto de esas megaoperaciones en el país dependerá del grado su implantación y peso en el mercado local, pero resaltó que "la mayoría de los grupos internacionales no están viendo, al menos en el corto plazo, de invertir en Argentina".
Es más, el especialista recordó algunos de los casos de capitales extranjeros que todavía están terminando de armar sus valijas para salirse del mercado nacional: la Banca Nationale del Lavoro es el último ejemplo, con la salida la semana pasada de los italianos de la entidad, que pasará a manos de operadores argentinos.
El analista reconoció que existe una elevada liquidez a nivel mundial que busca ser colocada en distintos mercados, pero consideró que "en el país los inversores (que están dando vueltas) son argentinos o latinoamericanos" y que de producirse alguna operación de un jugador global en Argentina "será marginal y muy estratégica".
Molfino dijo que los sectores donde se podrían registrar mayor nivel de fusiones y adquisiciones en el país son en los sectores de alimentos, banca y seguros.
Para el consultor Alejandro Mattos, de Auren, probablemente el dinamismo estará en el sector industrial: "El bajo precio de las empresas locales, que si bien se han recuperado tras la crisis y están creciendo, todavía les falta mucha tecnología para ser competitivos en el extranjero, por lo cual las torna atractivas para invertir".
Por eso, Mattos intuye que algunos capitales foráneos podrían estar interesados en el sector industrial, ya que con una pequeña inversión en comparación a su tamaño y con su management más aceitado tendrían un recupero rapidísimo. "Con un bajo costo de inversión, los inversores velozmente transformarlas en empresas exportadoras y sacarles importantes dividendos en poco tiempo".
El economista Antonio Margariti, del estudio Riol, Margariti y Asociados, cree que la elevada liquidez global sólo llegará en forma de migajas y que del fenómeno de fusiones y adquisiciones a nivel global serán coletazos a nivel local. En este sentido, el analista consideró que la plata que que llegue al país aterrizará para fogonear la burbuja inmobiliaria a través de la compra de proyectos de construcción de edificios de lujo o simplemente campos.
Empleo En cambio, los especialistas resaltan como hecho positivo de quedar, en parte, afuera del proceso es el menor impacto en el desempleo, dado que todas las fusiones vinieron acompañadas de anuncios de fuertes ajustes de las pantillas de personal. Sólo en las operaciones citadas se dejaría alrededor de 50 mil personas sin trabajo.
En este sentido, Margariti estimó que Brasil podría notar mucho más el impacto del desempleo producto de las fusiones, dado que muchos de los jugadores globales tienen allí plantas de producción para la región. A modo de ejemplo, en Argentina la compra de Gillette por parte de Procter & Gamble se reduciría a la integración de sus cadenas de distribución, mientras que ambas fabrican en Brasil.
La nueva oleada de fusiones y adquisiciones recién empieza, pero todos coinciden que el 2005 podría marcar niveles récord de operaciones. Como antecedente: en diciembre pasado se produjo el mejor registro en materia de fusiones y adquisiciones desde agosto de 2000.
Además, la jugada de algunas corporaciones llevará a que el resto de competidores a contraatacar con nuevas operaciones para no perder espacio y poder en el tablero global. Y es lo que se espera ahora, por ejemplo, de Unilever o Quest.
Molfino estimó que las fusiones a nivel global podrían ser fuerte en el segmento de retailers, seguros y tal vez energía. La oferta que recibió días atrás Circuit City, una de las principales cadenas de venta de electrodomésticos en Estados Unidos, va por este camino. Por lo pronto, la banca de inversión se frota las manos. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Protec & Gamble dio la sorpresa al quedarse con Gillette. | | |