| miércoles, 16 de febrero de 2005 | Estados Unidos retiró a su embajadora en Siria, que ocupa militarmente a su vecino Líbano rechazó una investigación internacional del crimen de Hariri El pedido lo hizo Chirac, apoyado por Alemania y ONU. Crecen las sospechas y las protestas en todo el país Beirut. - El gobierno libanés rechazó los llamados para que acepte una investigación internacional sobre el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri, ocurrido el lunes en un atentado con coche bomba en Beirut. Estados Unidos optó por retirar a su embajadora de Siria, país ocupante de Líbano con 15 mil soldados, mientras llovían las acusaciones contra Damasco y el gobierno libanés como autores del crimen. La oposición libanesa aparece monolítica en sostener esta imputación. Ayer el país aparecía paralizado, tanto por los tres días de duelo oficial como por huelga general de protesta lanzada por la oposición, mientras se repetían incidentes contra residentes sirios. Hariri era la figura más prominente de la oposición y contrario a la presencia de Siria.
Líbano está "abierto a la ayuda de expertos internacionales de países neutrales", dijo el ministro libanés del Interior, Suleiman Franyieh, pero no apoyará una investigación internacional como ha solicitado el presidente francés, Jacques Chirac. La propuesta también cuenta con el apoyo de Alemania y del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan.
El ministro libanés de Información, Elie Ferzli, confirmó en Beirut el arresto de una persona en conexión con el atentado que el lunes causó la muerte del ex primer ministro y otras 14 personas, entre ellas siete guardaespaldas. Según la agencia CNN, el sospechoso, un palestino, está probablemente vinculado con grupos musulmanes extremistas. Un desconocido grupo islamita se atribuyó el asesinato el lunes en un video difundido por la emisora árabe Al Yazira.
En Beirut fue allanada la vivienda de un palestino que aparecía en el video, aunque no fue encontrado. A la madre y la hermana del sospechoso se les tomaron muestras de cabello, para compararlas con los análisis ADN de la escena del crimen. Se cree que el ataque con coche bomba fue perpetrado por un suicida.
Duelo y huelga general Mientras tanto, en Líbano comenzó un período de duelo de tres días y una huelga general en protesta contra el asesinato de Hariri, en medio del temor a que la violencia retorne al país. Desde el lunes a la noche se registraron diversos episodios de violencia contra sirios o sedes del partido Baath, que detenta en poder en Siria. Damasco es el verdadero poder detrás del presidente libanés Emil Lahoud, cuyo mandato vencía en noviembre pero fue sostenido más allá de ese plazo por presión de Siria. Esto desató la renuncia de Hariri al cargo de primer ministro en octubre pasado.
El ejército libanés se encuentra en grado de alerta máxima. Los comercios, negocios y bancos cerraron sus puertas, al tiempo que comenzaron los preparativos para el entierro de Hariri en el centro de la capital libanesa. La familia del asesinado ex jefe de gobierno ha manifestado su deseo de que ningún representante del actual gabinete asista al sepelio. Las banderas en los edificios gubernamentales de Beirut ondeaban a media asta y las calles de la ciudad, normalmente muy transitadas, estaban semidesiertas.
Trabajadores sirios en la ciudad portuaria de Sidón, en el sur de Líbano, fueron atacados en un nuevo acto de venganza tras el atentado que causó la muerte de Hariri. Cientos de manifestantes se volcaron a las calles de Sidón, la ciudad natal de Hariri, cantando lemas antisirios. "El asesinato es obra de Siria", gritaba la multitud.
Bush aumenta la presión sobre Siria EEUU, que ya el lunes, al condenar oficialmente el atentado, había reiterado su exigencia de que Siria retire sus tropas de Líbano, tal como exige una resolución de Naciones Unidas, ayer dio otro paso y llamó a su embajadora en Damasco. El presidente George W. Bush decidió llamar a consultas a la embajadora Margaret Scobey, en señal de la "profunda indignación" de Washington por la muerte de Hariri, según dijo el vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, al anunciar la medida.
Antes de abandonar Damasco, la embajadora Scobey dejó una nota dirigida a Siria, en la que expresó, en durísimos términos, el malestar de Washington con la presencia militar siria en Líbano, según fuentes diplomáticas. La resolución 1559 de la ONU exige la pronta salida de Líbano de tropas extranjeras, en clara alusión a las fuerzas sirias. "He sido cuidadoso al decir que no sabemos, por ahora, quién cometió el asesinato. Pero el hecho nos recuerda de la forma más cruda que la presencia siria en Líbano no es buena y es un factor desestabilizador", comentó Boucher.
En una sesión de urgencia, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó el atentado que mató a Hariri y lo calificó de "intento de desestabilización del Líbano", pero no acusó ni sancionó a Siria, como quería EEUU. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El duelo en Líbano por el asesinato de Hariri paralizó al país. | | |