| miércoles, 16 de febrero de 2005 | Código samurai. Mañana llega a las salas de Rosario "Zatoichi", el filme dirigido por el japonés Kitano: "Tuve que hacer una reinvención de un personaje demasiado conocido" El director dijo que una tradición de cuatro décadas justificaba una relectura sobre el popular héroe japonés Martín González Oliva / La Capital La última producción del japonés Takeshi Kitano se estrena mañana en Rosario. "Zatoichi" llega precedida por varios premios en Canadá, Venecia y su país de origen. El complejo realizador -bailarín, actor, animador televisivo, artista plástico- incursiona por primera vez en el cine de samurais y lo hace nada menos que con un personaje clásico de la cultura japonesa como lo es el protagonista de "Zatoichi", un samurai ciego que se gana la vida como masajista, pero también maestro con la espada que se embarca en la liberación de un pueblo sometido por una banda. Sin embargo no es un héroe ortodoxo ni pertenece taxativamente al bando de los buenos. Pero tampoco al de los villanos, una dualidad que ya es marca en Kitano.
-¿Qué lo decidió a rodar "Zatoichi", un personaje ampliamente conocido en Japón por los filmes protagonizados por Shintaro Katzu?
-La respuesta a ese interrogante es una de las productoras, Chieko Saito. Saito era muy amiga de Katsu. Habían entablado una relación de afecto muy grande. Saito, después de la muerte de Katsu quiso llevar al cine de nuevo el personaje de Zatoichi y pensó en mi. Yo me opuse hasta donde pude, porque si bien tenía mis propias ideas sobre este filme, quería hacerlo a mi manera.
-¿Cómo fue el proceso?
-Cuando tuve carta blanca, tuve que repensar al personaje Zatoichi. Creo que si intentaba imitar a Katsu, la audiencia se opondría. Decidí que debía hacer algo totalmente nuevo. Como primer paso me teñí el cabello, reajusté su lenguaje y transformé a Zatoichi en un personaje que actúa antes de preguntar nada. Sucede que Zatoichi, al ser ciego, no puede detenerse a estudiar a su oponente. Para él la lucha se inicia necesariamente antes de que el enfrentamiento comience verdaderamente.
-¿Cuál fue la mayor dificultad en cuanto a la estética de la película?
-Una cuestión importante fue la reelaboración de la forma en que se domina la espada. En ocasiones uno puede ver en el cine peleas entre espadachines y pensar que en realidad están pensando en cómo pegarle a la espada y no a su oponente. En cambio yo deseaba que se transmitiera algo rápido, intenso y poderoso y curiosamente lo encontré en el manga, no un manga específico, pero sí en la idiosincracia que se refleja en la manera de presentar la espada y al luchador, por ejemplo las transiciones repentinas de un plano largo a un cierre extremo para inmediatamente después mostrar el efecto y la sangre que genera ese movimiento casi coreográfico.
-¿Cómo lo logró técnicamente?
-Lo logré usando dos cámaras en las escenas de lucha. La primera tenía instrucciones precisas sobre encuadre y movimientos, y la segundo debía improvisar y ser espontánea. En el montaje este procedimiento permite una dinámica extra en la cual la espontaneidad de la segunda cámara, que es más orgánica, está disciplinada por la número uno.
-¿Cómo fue el proceso de musicalización, algo que también resulta original a raíz de la inclusión del tap?
-Creo que la ocasión lo permitía, tratándose de una celebración que protagoniza la gente donde Zatoichi libra sus enfrentamientos. La inclusión de ese estilo está justificada desde ese punto de vista. Existe tipo de celebración popular con elementos del Kabuki, que de alguna manera podría compararse con un cuadro musical y que en ocasiones utiliza una forma especial de danza llamada Takatsuki. En el filme es muy significativo el sonido y el ritmo. Para lograrlos se recurre a ruidos naturales o del ambiente que van desde la lluvia que golpea diversos objetos, hasta los sonidos de las herramientas con las que se construye una casa. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El director incursiona por primera vez en el cine da samurais. | | |