| domingo, 23 de enero de 2005 | La invisibilidad de la prensa Para los expertos, el periodismo dista mucho de ser justo y objetivo Nicolás Casullo tiene voz ronca y hasta parece hosco mientras que José Nun es más abierto y dispuesto al diálogo. Ni una cosa ni otra. Ni el comunicólogo y el politólogo se amilanan frente al grabador, ni uno es menos locuaz que el otro. Casi por casualidad, se encontraron en el bar de la Facultad de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Rosario cuando ambos debían disertar en octubre con motivo del Congreso Nacional sobre Democracia.
Consultados acerca de las responsabilidades que les cabe a los medios de comunicación en democracia, tanto Casullo como Nun tuvieron sus reparos. "Dentro de esta lógica massmediática, el periodismo de información es el más difícil de ser juzgado, criticado, señalado", apuntó Casullo para explicar: "En una novela, siempre se piensa en los actores y nunca en el orador onmisciente, en quien está haciendo el relato. Los medios muchas veces actúan así, se invisibilizan, se naturalizan tanto que aparecen como lo supuestamente real". El comunicólogo se pone serio y duro. "Cuesta mucho generar una crítica sobre ellos, porque la propia lógica massmediática invisibiliza la posibilidad de juzgarlo y queda como el dueño de la justicia, de la verdad, de la honestidad, cuando en realidad hoy es uno de los actores más perniciosos de la Argentina. Y me refiero a la información tal cual es tratada en los medios de alta audiencia. Ese tipo de periodismo es pernicioso porque no da cuenta de nada, genera lo que se le da la gana, se desfaza de los tiempos sociales, no tiene crítica, en tanto los otros actores tienen que dar cuentas de sus actos".
Nun no se queda atrás y antepone en su análisis lo que denomina "un elemento romántico: el financiamiento de los medios. O los medios son directamente propiedad de grandes empresas, o dependen extraordinariamente de la publicidad de esas grandes empresas, como de los gobiernos provinciales y nacional. Eso condiciona su discurso, y en un país tan afectado por la corrupción como la Argentina, ha habido y probablemente siga habiendo, periodistas pagados para decir lo que dice quien paga". Para el ahora secretario de Cultura de la Nación, "pocos sectores han sido ajenos al proceso que corroyó al país en la década del 90, por lo tanto sería absurdo pensar que los medios de comunicación fueran un santuario". Y se explaya: "Tanto en Argentina, como en Suiza o Canadá, los medios de comunicación tienen una relación umbilical con quienes controlan grandes fondos públicos y privados. Hoy es muy costoso manejar un medio y eso inclina la balanza hacia un lado: la dominación económica que es una dominación mediática, y por este camino una dominación ideológica". enviar nota por e-mail | | |