| domingo, 16 de enero de 2005 | Revistas Museo Salvaje, literatura en estado de ebullición El poeta Sergio De Matteo dirige en Santa Rosa, La Pampa, una de las publicaciones poéticas más importantes del interior del país. Aquí cuenta su historia Osvaldo Aguirre / La Capital Una especie de axioma asegura que las revistas literarias no sobreviven más allá de su tercer número. Museo Salvaje, una publicación que dirige el poeta Sergio De Matteo en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, ha vencido ese lugar común que da cuenta de las dificultades de los proyectos que no reciben asistencias estatales, que no son beneficiadas por becas o fundaciones pero que disponen de algo mucho más decisivo: el deseo y la voluntad de un grupo de escritores por rescatar y valorizar la tradición cultural, por darse a conocer y dar a otros a conocer.
Museo Salvaje, cuenta De Matteo, surgió de un grupo de artistas jóvenes de Santa Rosa. "Aunque estábamos atentos al acontecer de nuestro pasado cultural, éramos sabedores que teníamos un camino donde anclar, pero al mismo tiempo nuestra cosmovisión del mundo difería bastante con esa tradición legitimada -cuenta-. Nos quedaban dos caminos concretos: el parricidio o la continuidad; y por la poca historia literaria que posee la provincia elegimos la segunda opción". La imposibilidad de editar la propia producción, además, hizo evidente la necesidad de crear un medio. "Deliberaciones mediante, se decidió por una postura que tuviera en cuenta nuestra realidad en un pueblo de provincia, en las periferias de la nación, pero a la vez insertos en una Latinoamérica no descontextualizada del mundo en vías de globalización. Claro que el grupo editorial tenía influencias y modelos a seguir. En la provincia serían Caldén, Sobregustos y Despliegues, y de las de fuera podría señalarse a Crisis, Xul, Punto de vista, Con V de Vian, Diario de poesía, Danza del ratón.
-¿Cuál es el sentido, cómo piensan el nombre de la revista?
-A principios de 1998 se edita el primer número de una pequeña revista que iba a asentar sus reales en la antropología, para explicarse las ascuas de cada uno de sus integrantes y, una vez definido su perfil latinoamericano, se decide rehacer, resemantizar parte de la "antropofagia" que propusiera Oswald de Andrade desde aquella inolvidable Semana de Arte Moderno de 1922, pero aquí aplicada al usufructo de las teorías para analizar a los autores de la región, incluso dándole preponderancia a los no consagrados o que ya se hallaban en vías de consagración o legitimación de la academia, del mercado, del público regional. El proyecto fue creciendo y ampliando tanto su campo de producción como de acción. La búsqueda y el interés de compartir trascendieron las fronteras locales, y el producto alcanzó a cuatro números . Llegado el tiempo, por determinadas circunstancias, todo grupo se desgasta y comienza a disgregarse; así pasó con la gente de Che; pero, a pesar de ello, algunos seguimos de pie y sosteniendo la vigorosa idea de nuestro medio de difusión y polémica. Y en ese interín sobrevinieron dos cambios importantes, uno fue el formato de la revista, pasó de una medida especial (a lo Xul) a una de carácter convencional (A3 doblada en dos), y el otro fue el cambio del nombre y de la dominante antropológica por el de la poética. En homenaje a la poeta de mayor reconocimiento que ha tenido La Pampa, Olga Orozco, además amiga y consejera del grupo, es que la Che se muta en Museo Salvaje, título de uno de los textos más importantes de la poeta pampeana. Y esta vez sí que se consolida la producción de la revista, sumando colaboradores de afuera de la provincia y publicando una cantidad importante de autores locales, argentinos y latinoamericanos.
-¿La revista se dedica a temas de la Patagonia? ¿Se propone como un lugar de reflexión, de difusión de creación?
-La revista tiene un amplio margen para la selección de lo que se publica, aunque siguiendo sus sumarios se podrá hallar una dominante de autores patagónicos y no sólo ante el hecho de publicar sus producciones sino, incluso, estudiando y analizando sus textos. Claro que es un lugar de reflexión y discusión de la conformación del canon de la literatura nacional, por eso se hace pie en los creadores del lugar, sobre todo aquellos que se considera que tienen una obra posible de insertar en el corpus de los autores consagrados por la academia, el mercado o lo que sea. La idea que se viene plasmando y concretando desde hace tiempo entre profesores, editores y creadores de la región patagónica es la de consolidar esa presencia fuerte de una literatura de calidad, sólida y diversa, acompañada conjuntamente por la crítica. Y eso queda ejemplificado por la cantidad de congresos y encuentros que se realizan en la Patagonia, a lo largo y ancho de un territorio que siempre tenemos que terminar diciendo y defendiendo que es también argentino. No sólo es un lugar de paseo, de vacaciones exóticas, sino que es desde donde se elabora producción nacional, donde se elucubra capital simbólico de envergadura, ahí se está pensando y llevando a cabo una nueva crítica de la literatura argentina. Para ejemplos concretos me puedo referir a Enriqueta Morillas en la Universidad del Comahue (Neuquén), a Marcelo Eckhardt, Ximena Picallo y Ariel Williams en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (sede Trelew), o a José Maristany en la Universidad Nacional de La Pampa.
-¿Qué materiales incluirías en una eventual antología de Museo Salvaje?
-Casi todo lo que se ha publicado ha sido sopesado en todas sus implicancias y significaciones. Pero si tengo que armar una antología, quedaría el corpus de autores patagónicos y sus estudios, incluso dos textos enfrentados que discuten la posible fundación de la poesía patagónica y sus autores son dos poetas importantes para la poesía argentina: Ricardo Costa (Neuquén) y Ariel Williams (Puerto Madryn, Chubut), y es ineludible por su calidad poética incluir a Juan Carlos Moisés, Cristian Aliaga, Graciela Cros, Jorge Spíndola, Claudia Prado, Raúl Mansilla, Juan Carlos Bustriazo Ortiz, Claudia Sastre, Niní Bernardello, Miguel de la Cruz o Raúl Artola. Y también irían algunas de las entrevistas, por ejemplo la de Antonio Cisneros (Perú), Juan Cameron (Chile), John Oliver Simon (EEUU), Humberto Ak'abal (Guatemala). Y por cierto la de Juan Gelman por la exactitud con que responde y la calidez humana que siempre lo acompaña.
-¿Qué circulación tiene la revista, quiénes son sus lectores?
-La revista tiene una circulación focalizada en los congresos, encuentros culturales. Recién ahora se está dando el paso de colocarla en el mercado. Pero a la vez, sigue esa distribución más íntima; todo lo contrario a la idea de gran escala de la industria cultural. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los poetas patagónicos con De Matteo (der.). | | |