| domingo, 16 de enero de 2005 | Para leer El recomendado: Un riesgo continuo Laura Copello (*) Hoy elijo al Italo Calvino de "Las ciudades invisibles". Siempre vuelvo a este libro. Algunas veces me meto en el laberinto del relato de los viajes que Marco Polo cuenta a Kublai Kan, emperador de los tártaros. Otras leo y releo las reflexiones sobre las ciudades. Las ciudades y la memoria, el deseo, los signos, lo sutil, los intercambios, los ojos, el nombre, los muertos, el cielo, las ciudades continuas, las escondidas. Ciudades todas con nombre de mujer. Reflexiones para cualquier ciudad, que evocan en mi memoria aquellas que he recorrido. Textos que me iluminan para hablar del espacio teatral, pocos como este libro los construyen de un modo tan claro y nos convocan para inventar nuevos espacios, situaciones, escenas. El último texto de Marco Polo es una lúcida reflexión de Calvino sobre el modo de estar en estas ciudades que habitamos: "El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es arriesgada y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio".
Laura Copello. Actriz, docente y directora del teatro La Manzana.
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