| domingo, 16 de enero de 2005 | Quedó libre un delincuente que causó un fatal accidente en la ruta 9 Tras el dolor de la pérdida, el estupor Guiando un camión sustraído horas antes, un maleante, policía exonerado, chocó a un auto en Roldán y mató alconductor. Le imputaron homicidio calificado. Pero el cambio de carátula lo liberó. Y devastó a la viuda de la víctima Leo Graciarena / La Capital "Quiero que alguien me explique racionalmente por qué una persona que es exonerada de la policía, que comete asaltos a mano armada, que participa del robo a un camión en el que son maniatadas personas y que me hizo a mí lo que me hizo está libre. Es como que se puede hacer todo esto teniendo la tranquilidad de que no habrá castigo". Diez meses después Claudia Delfino no logra entender cómo Miguel Angel Miguelez -el policía exonerado que conducía un camión robado y que causó la muerte a su esposo al chocar el 1º de marzo pasado el auto en el que viajaban- fue puesto en libertad gracias a un cambio de carátula judicial y la extinción de los plazos para resolver su situación procesal.
Irene Depetris tampoco lo puede creer: "Esta novedad nos preocupa a a todos". Esta mujer junto a su esposo Omar es socia de una empresa comisionista de Corral de Bustos que el 28 de febrero pasado sufrió el robo de uno de sus sus camiones en el ex barrio República de la Sexta. Aquel día tres delincuentes armados "levantaron" el vehículo de un depósito de Necochea al 2400. Uno de ellos, sospechan ellos, era Miguelez, quien en una alocada huida por la ruta 9 pisó literalmente con el camión robado el lado del conductor de un Volkswagen Gol que era conducido por Juan Carlos Cravero, de 39 años, quien viajaba con su esposa, Claudia Delfino, de 34. Cravero murió en el lugar, a pocos metros del ingreso a la localidad de Roldán.
Acciones en cadena Pero esta muerte fue el desenlace de una secuencia que comenzó, justamente, en el depósito donde se robó el camión cargado con moldaduras de acero y distintas prendas de vestir en el galpón de mercaderías de calle Necochea. A las 21 tres hombres armados se llevaron el Mercedes Benz 1218 de la empresa comisionista Omar Depetris y otros. Nada se supo del camión hasta las 2.30 del 1º de marzo, cuando a unos 300 metros de la intersección de la ruta 9 con la A-012 chocó contra el costado del conductor de un Volkswagen Gol verde. Esto sentenció la suerte de Juan Carlos Cravero. Delfino se salvó gracias al volantazo que dio su marido para evitar, sin fortuna, el choque.
Tras embestir al Gol, el camión mordió la banquina y terminó su carrera contra seis árboles, por lo que el policía exonerado resultó herido y fue detenido. Lo acusaron por el robo a mano armada del vehículo y el mortal accidente que provocó en su huida. Si bien en principio se dijo que el camión era perseguido por móviles policiales, Claudia Delfino no recuerda la presencia inmediata en el lugar de la colisión de patrullas policiales.
Un día después la policía halló en una casa de pasaje 1406 al 1900 -cerca del Bosque de los Constituyentes en arroyo Ludueña y Circunvalación- 491 prendas de vestir entre ellas pantalones, bermudas, gamulanes, camisas, remeras y medias. Veinte días más tarde el juez de Instrucción Adolfo Prunotto Laborde unificó todo en un sólo expediente por homicidio calificado. El juez estimó que Miguelez podría haber intentado cubrir su huida chocando al Volkswagen de Cravero y su esposa.
El ex policía también estaba imputado de privación ilegal de la libertad y robo a mano armada. Pero ocho meses después de su detención, la semana previa al comienzo de la feria judicial, Miguelez salió de la cárcel de Coronda. La jueza de Instrucción Nº 5, María Luisa Pérez Vara, en cuyas manos quedó el expediente, lo favoreció con la aplicación del artículo 208 del Código Procesal.
Las voces de las víctimas De acuerdo a lo que pudo averiguar Claudia Delfino en los Tribunales, la razón fundamental por la que Miguelez quedó libre fue que desde junio pasado la causa cambió de carátula. Pasó de homicidio calificado a homicidio culposo (no intencional) y tentativa de robo. Para el cambio de carátula se interpretó que el ex policía recibió y acató el encargo de conducir el camión aunque no participó de su sustracción.
"Nos tiró el camión encima. Cuando mi marido lo notó dio un volantazo. Pero era imposible esquivarlo", contó la sobreviviente del choque. "Después se cruzó en la ruta. Mi esposo dio un volantazo y eso me salvó la vida a mí. Pero la mitad izquierda del auto quedó destrozada", dijo con amargura Delfino.
Juan Carlos y Claudia iban a cumplir 9 años de casados, volvían de pasar unos días en Córdoba y en una fracción de segundos todo se terminó. Habían llegado hace una década de su Laguna Paiva natal para afincarse en Rosario. En la colisión ella sufrió una triple fractura de omóplato, de hombro, y de tres costillas y el enorme dolor por la pérdida del compañero de la vida. "Estoy desesperada. Este hombre cometió todo tipo de delitos. Me arrancó lo que más quería en el mundo. Y ahora está suelto para hacerle a cualquiera el daño que me hizo a mí", sentenció Claudia con amargura.
Pero otro de los puntos en cuestión ronda sobre si hubo robo o tentativa de robo. "¿Cómo intento de robo? Eso no fue así. Ellos se llevaron el camión que apareció destruído después de golpear varias plantas en Roldán. ¿Cómo se llama eso? ¿No es robar llevarse algo que no es tuyo y dejar a dos personas maniatadas? Esa es mi humilde opinión". Con voz pausada pero nerviosa, Irene Depetris mostró su angustia por la liberación de Miguelez. En primera instancia los Depetris no quisieron hablar sobre la liberación de Miguelez. "Somos gente mayor que ya no quiere saber más sobre esto", explicó Omar, de 74 años.
Pero Irene, de 65, movilizada por la indignación, habló. "Es como que se nos están riendo con todo esto. Pareciera que no lo quieren castigar o no pueden. No sé cómo están hechas las leyes", comentó la mujer que tiene esta empresa comisionista con base en Corral de Bustos desde hace 40 años.
Irene, quien aclara que conoce los hechos por boca de sus empleados, repasa el incidente. "A los muchachos los sorprendieron cuando terminaban de entrar el camión. En el interín en que uno de ellos estaba cerrando la persiana, se le metieron por debajo y entraron. Eran tres tipos armados. A los muchachos los maniataron, bajaron la persiana y se fueron. Cuando escucharon que los ladrones se habían ido, el que estaba atado con el cable pudo zafarse, desató al otro y buscaron un taxi. Pobre no tenían ni una moneda, así que hasta la comisaría llegaron por la buena voluntad de la gente". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Así quedó el auto de Cravero tras ser embestido en la ruta 9. | | |