Central jugó dos mini amistosos contra Racing (C)

Mauricio Tallone / La Capital

La cuestión madre era moverse un poco después de tantos kilómetros recorridos en esta primera semana de pretemporada en las sierras. También la principal pretensión pasaba por darles minutos de fútbol a aquellos jugadores que no tuvieron una participación preponderante en el Apertura pasado. En atención a esto, los dos mini amistosos que Central jugó ayer a la mañana ante Racing de Córdoba en la cancha de la Villa Bautista les permitieron a Don Angel y sus colaboradores reposar la mirada en algunos pibes prometedores que viajaron a La Cumbre y sobre todo, reforzar la sensación de que Hernán Encina y Renzo Ruggiero mejoran día a día. Igualmente esta apreciación a modo de deseo no quita que a Renzo y al Sapito ayer se los notó que por ahora marchan con un cambio menos con relación al estado físico que exhiben sus compañeros.

El otro motivo medular que empujó al veterano entrenador a aceptar disputar estos ensayos radicaba en el precario funcionamiento que suelen entregar este tipo de entrenamientos con árbitros improvisados. Como siempre, el resultado resultó anecdótico, aunque delimitó algunas conclusiones. Es que todo vale en esta etapa para vitaminizar la confianza y ratificar conceptos, aunque acá nadie pierde de vista que las prioridades pasan por llenar el tanque de oxígeno y redoblar la apuesta en las rutinas físicas.

Entonces lo que se vio del juego propiamente no escapó a las coordenadas que rigen en los encuentros de pretemporada. Falta de distancia, piernas que pesaron toneladas, modificaciones a cada rato y pocos aportes personales más allá de raptos individuales esporádicos. El que mejor interpretó este último ítem en el primer partido de 40 minutos (se jugaron dos tiempos de 20) fue el pibe Diego Villagra, autor de un golazo de media distancia que puso en ventaja a los canallas a los pocos minutos de iniciadas las acciones.

Un saludable síntoma de crecimiento en esos minutos fue el que experimentó Lucas Moya, otro de los primerizos en esta pretemporada y que ayer complicó con su habilidad por el sector izquierdo de la defensa cordobesa. El marcador se cerró en empate cuando promediaba los segundos veinte minutos merced a un penal que cometió Tuna Imperiale y que Marcelo Bergesse cambió por gol.

Síntesis del partido A:

Central 1: Broun; Moreira, Grabowski, Imperiale y M. García; D. Villagra, Ruggiero, Faurlin y Moya; De Porras y Zelaya.

Racing de Córdoba 1: García (Di Giorgi); Celiz (Vergara), Jerez, Marquez y Alcíbar; Mauro Poy (Metti), Manzanelli, Galetto y Azcurra (Alassia); Bergesse y Metti (Rivero).


El otro ensayo
Para el segundo cotejo de la mañana, Don Angel apeló a la defensa que seguramente arrancará el campeonato y repartió el armado del mediocampo y el ataque entre jugadores que están sentados en la sala de una oportunidad. Aunque no lo dijo abiertamente, el DT siguió con mira telescópica las actuaciones del mencionado Encina, Borzani Irace, Lorenzetti y Ruben. Un lote de jugadores que hoy por hoy arranca desde atrás aunque Zof confía en que algunos se puedan destapar durante 2005.

Como también era de esperar, el trámite le cayó indiferente al rigor analítico. Quizás el punto más criticable haya sido el gol de cabeza que convirtió el Topo Gigena luego de un centro pasado, que Raldes y Fassi llegaron a destiempo para cortar. El hecho de que haya jugado la defensa que supuestamente hoy iniciaría el Clausura no pinta en lo más mínimo el andamiaje defensivo canalla. De hecho, todos los muchachos recién se están ablandando y es notorio el déficit que se evidencia a la hora de salir a cortar o cruzar hacia los costados. Esta situación también quedó al desnudo en la soledad con la que recibió en el borde del área Pablo Motta para estampar el segundo gol cordobés y cerrar la derrota canalla.

Síntesis del partido B:

Central 0: Alvarez; Ferrari, Raldes, Fassi y Rivarola; Encina, Borzani e Irace; Lorenzetti; Vizcarra (Ruben) y Altamirano.

Racing de Córdoba 2: Dei Rossi; Guzmán (Poy), Bordicio, Rezzónico y Guaymas; Zárate, Cuello, Monserrat y Motta (Alassia); Gigena y Rami.

Rivarola integró el equipo que jugó el segundo encuentro.