| miércoles, 12 de enero de 2005 | Editorial: La separación de los residuos Resulta una novedad ciertamente auspiciosa para los rosarinos saber que comenzó con una interesante acogida entre muchos vecinos una experiencia piloto que apunta a separar los residuos reutilizables de los inorgánicos. En efecto, se trata de un programa municipal que, a solo 11 días de su aplicación por primera vez en un sector de la ciudad, ya dio muy buenos resultados y llenó de optimismo a los funcionarios encargados de ejecutarlo. Como se sabe, de esta experiencia depende la posibilidad de extenderlo a otras áreas del ejido urbano.
Aunque podría decirse que tiene múltiples beneficios, entre ellos algunos de carácter ecológico, la idea está destinada esencialmente a disminuir los volúmenes de residuos enterrados que produce la ciudad, y que actualmente alcanzan a alrededor de las 600 toneladas diarias. Como se sabe, la disposición final de esa masa de residuos es un viejo problema de la ciudad para el que las distintas administraciones municipales no han encontrado una solución definitiva y que, por eso mismo, constituye todo un desafío para la actual gestión en el Palacio de los Leones.
Pero el plan de separación de residuos no requiere sólo de funcionarios decididos a ejecutarlo, sino también de la colaboración de los vecinos, que en definitiva están llamados a convertirse en la piedra fundamental del programa. Es que si la gente no toma conciencia de sus beneficios y no se compromete a cumplir a rajatabla con los objetivos, la iniciativa estará irremediablemente condenada al fracaso.
Por lo pronto, no es el caso de los habitantes de un sector de la zona sur de Rosario comprendido por el acceso Sur, San Martín, Uriburu y Arijón. Allí la recolección de residuos reciclables pasó de 210 kilos a 800 en pocos días, según consignó La Capital en su edición de ayer, y es precisamente ese dato el que alienta la idea de extenderlo a otras áreas con ciertas probabilidades de éxito.
Ya había sido positiva la experiencia de los contenedores barriales, que dieron excelentes resultados. En aquel caso el municipio elaboró la idea y la ejecutó, la gente rápidamente entendió cuáles eran sus beneficios y los adoptó como propios. Aquello también comenzó como una prueba piloto y rápidamente se fue extendiendo por toda la geografía urbana hasta alejarse cada vez más del centro y llegar hasta el corazón de muchos barrios, aunque todavía falten otros. Es deseable que este nuevo programa siga el mismo camino. enviar nota por e-mail | | |