Mendoza: Travesía de altura

Desde el paraje Vallecitos parten circuitos de montañismo hasta cumbres que superan los 5.000 metros

Sebastián Melchor - Juan Pablo Sarjanovic

A 80 kilómetros de la ciudad de Mendoza, sobre la ruta nacional Nº 7, se encuentra Potrerillos, localidad que nos permite acceder al paraje Vallecitos, punto de partida para incursionar en el Cordón del Plata. La cadena montañosa forma parte de la Cordillera Frontal Andina y comprende varias cumbres, entre las que se destaca el cerro Plata, de casi 6.000 metros de altitud. Por sus características es utilizado como escuela de alta montaña y lugar de aclimatación por muchos andinistas argentinos y extranjeros que pretenden hacer cima en el Aconcagua.

La temporada de montañismo mendocina comenzó a mediados de noviembre y se extenderá hasta marzo, aunque algunos deciden ir en invierno para intentar ascensiones más arriesgadas.

Tanto en invierno como en verano, si la idea es hacer cumbre en algún cerro superior a los 4.500 metros es necesario contar con equipos especiales: carpa resistente a fuertes tormentas (si se pretende acampar), botas para caminar en la nieve, ropa impermeable, grampones (clavos de metal que se colocan en las botas), bastones, piqueta (dispositivo similar a un ancla para sujetarse en la nieve), calentador de montaña y mochila de 80 litros.

A Vallecitos se puede acceder en vehículo, recorriendo un pintoresco camino de montaña. Luego de atravesar Potrerillos, cuesta arriba y a través de unos kilómetros de ripio se llega al pie de las altas cumbres, donde están ubicados los refugios.


Refugios y campamentos
En Vallecitos hay 4 o 5 refugios con diferentes características y costos, donde para aclimatarse a la montaña es recomendable pernoctar al menos una noche. Desde los mismos, situados a 3.000 metros de altura, se realizan algunas ascensiones sin demasiadas complicaciones técnicas ni físicas. Los cerros Andresito, Lomas Blancas, Arenales, Estudiante, Cáucaso, Iluso y San Bernardo están a la vista.

Varias cumbres, de entre 3.500 y 4.200 metros, se pueden coronar durante una jornada de trekking. La ventaja es que, al regresar de un ascenso, se ofrecen comodidades básicas y duchas con agua caliente.


Rumbo a El Salto
Otra opción para pernoctar en el Cordón del Plata es el campamento de altura El Salto, donde hasta 20 carpas tratan de soportar los fuertes vientos. Aquí si el viajero es sorprendido por una tormenta sentirá los truenos literalmente encima suyo.

Desde Vallecitos para acceder al campamento El Salto, ubicado a 4.290 metros de altura, hay que recorrer un trayecto que demanda gran esfuerzo físico, por lo que se recomienda realizarlo en dos jornadas. En la primera jornada se parte desde el refugio de Vallecitos, pasando por las estribaciones del cerro San Bernardo y el arroyo Potrerillos, hasta llegar por un sendero bien delimitado a Las Veguitas. Allí, luego de tres horas de caminata, es conveniente recuperar energías por la noche y aclimatarse, ya que hay agua y buenos lugares para acampar.

Durante el segundo día prosigue el ascenso. A los 3.200 metros se llega a Piedra Grande y después a El Infiernillo, el tramo más complicado, donde aparecen importantes caracoles fósiles con pedregullo que dificultan la caminata. Al final del sendero se observa el arroyo que forma un pequeño "salto", que da nombre al campamento.

Pero, ¿por qué llegar hasta El Salto? La respuesta es sencilla: hay tres cerros que dejan ver su pared mixta y pelada, altos como el cielo mismo, y glaciares que los rodean como prohibiendo la entrada, enbelleciéndolos y haciéndolos inaccesibles a la mayoría. Ellos son, el Plata (5.950 metros), Vallecitos (5.500 metros) y Rincón (5.210 metros).


Camino a la cumbre
La tercera o cuarta jornada de la travesía puede servir para intentar escalar desde El Salto alguna de las montañas que superan los 5.000 metros. Vale aclarar que a esta altura se consume todo, hasta las ganas de pasear, cocinar o tomar mates (el agua hierve a 70 grados, haciéndolo casi imposible). Se hace indispensable consumir bastante agua para combatir la deshidratación (es conveniente beber un litro de agua cada mil metros de desnivel).

Camino al Plata se divisa el Cordón de la Jaula. El recorrido continúa por un cúmulo de piedras, entre las cuales hay una virgencita, quizá para rezarle una vez tomada la decisión que encierra este filo: girar a la izquierda e ir por el Plata o enfilar hacia la derecha e intentar el cerro Vallecitos. El resto es rutina, falta de oxígeno, prudencia y muchas ganas, además de fuerza.

En este caso la opción elegida fue la segunda y el sentimiento al llegar a la cúspide de la montaña es indescriptible, oscila entre el agotamiento físico y la alegría absoluta.

Luego de permanecer al menos un par de días en El Salto y haber intentado algunas de estas cumbres se puede regresar con tranquilidad al refugio de Vallecitos, el punto de partida.

Vista panorámica de los cerros Vallecitos y Rincón.