Investigación

La maldita policía ataca de nuevo

En su libro "Asuntos internos" el periodista Andrés Klipphan revela la trama de corrupción en la principal fuerza policial del país

Rodolfo Montes / La Capital

Andrés Klipphan acaba de publicar "Asuntos internos" (editó Aguilar), una investigación periodística sobre la policía bonaerense. El trabajo contiene todos los testimonios y documentos necesarios para verificar su hipótesis y convertirla en tesis: en la provincia de Buenos Aires hay crisis política y no policial. En un bar de la exclusivísima calle Arroyo, en el barrio de Retiro, el periodista compartió con Señales el curioso recorrido que lo condujo al periodismo.

Hacia el año 90, Klipphan hacía análisis de laboratorio en un hospital porteño por la mañana y control de calidad en la fábrica de jabón Federal por la tarde. Hasta que unos amigos, casi jugando, le dieron un lugar en un ignota FM de Morón donde hizo sus primeros comentarios literarios, le tomó el gusto a la llegada a la gente, y se decidió a estudiar periodismo. Por trabajar dentro de un hospital porteño y por su persistencia, participó junto a la periodista Susana Viau -de Página 12-, en la recordada investigación sobre la "mala leche de (Carlos) Spadone y (Miguel Angel) Vicco". El estallido de esa investigación lo depositó varios años en el diario Página 12, luego televisión junto a Jorge Lanata en "Día D" y ahora escribe en la Revista Veintitrés.

La idea de Klipphan, antes de escribir ninguna letra sobre la bonaerense, fue contar cómo algunos policías investigan a otros policías corruptos desde sus propios relatos y no desde la apreciación periodística. "Asuntos internos" da cuenta de un trabajo riguroso, apoyado en testimonios de muchos de los actores principales y en documentación judicial hábilmente recreada. El libro se destaca como una investigación sobre la Policía Bonaerense y sus vínculos tanto con el poder político y judicial, como con el delito.

"Asuntos internos" se puede leer apostado bajo un sombrilla, por la redacción simple y clara, aunque no resigna información "dura", que constituye el material de base del libro. "Conseguí que varios comisarios en actividad y retirados contaran sus puntos de vista sobre la corrupción policial", rescató el periodista.

Desde el principio, Klipphan sitúa a Eduardo Duhalde como una pieza fundamental en el dispositivo de la bonaerense. El máximo dirigente justicialista y ex gobernador dela provincia "como otros gobernadores, estableció pactos parciales de no agresión con la Policía Bonaerense -asegura-. Permitió la continuidad de los negocios históricos como putas, juego clandestino y desarmaderos. Pero con el ingreso del fenomenal negocio del narcotráfico todo se desmadró y se les fue de las manos".

"Asuntos internos" analiza la relación policial con los secuestros extorsivos. Para el autor, el libro responde a una pregunta corriente: si los policías están relacionados con los secuestros. "La respuesta es sí y está en los expedientes -responde-. Un secuestro es una operación en tramos distintos y compartimentados. Liberar una zona (la tarea en la que más aparece relacionada la pata policial) es parte del secuestro".

Uno de los lazos policiales con los secuestros está detallado en la historia de José Alberto Hernández. El comisario tuvo a su cargo resonantes secuestros, como los de Diego Peralta y Antonio Echarri, y ahora está preso acusado de liderar una banda de policías secuestradores.

Klipphan advierte que investigar la corrupción policial aparece más como un espectáculo montado por los políticos que como una realidad posible. "Una cosa es mandar a una fiscalía que cuenta, por ejemplo, con dos empleados administrativos, la investigación del patrimonio de 50 comisarios. Y otra es que la investigación prospere. En la práctica esas causas no avanzan porque materialmente no pueden ser abordadas -contó-. "Mandar todo a la justicia" es una frase que queda bien, pero la realidad es que la causa termina muerta por la falta de herramientas básicas".

Otro de los mecanismos perversos que revela el libro dentro de las fuerzas de seguridad es la extorsión a los detenidos que recuperan la libertad para forzarlos a delinquir para la fuerza. Los casos que señala están relacionados al Servicio Penitenciario. Son historias de presos "relevantes" que al quedar en libertad son obligados por policías a reingresar en asociaciones delictivas bajo la amenaza de aparecer involucrados en una "nueva" causa, inventada por los uniformados que manejan allanamientos y sumarios .

Klipphan también descubrió otras historias, menos esperadas. Como la militancia y los afectos del actual comisario inspector Mario Pardo, pieza clave en la Auditoria General de Asuntos Internos de la Federal, que estuvo en la JP en los setenta, simpatizó con Montoneros y dejó latir su corazón por una novia guevarista que luego fue desaparecida durante la dictadura. También encontró policías entre los desaparecidos de la última dictadura, sospechados de colaborar con grupos armados, secuestrados y muertos en los Campos de Concentración de la Provincia de Buenos Aires. Entre ellos, los hermanos Julio y Esteban Badell y Osvaldo Buceto, que figuran entre otros en los archivos de la Comisión por la Memoria de La Plata.

La relación entre Estado corrupto y Policía corrupta parece una dialéctica inevitable. "La policía de Buenos Aires podría ser otra -dice Klipphan- lo mismo ocurre con la de Santa Fe, o la de Mendoza. Pero el poder político corrupto, ilegal y represivo en muchos de tramos de nuestra historia, abrevó de la policía. Entonces tenemos la policía que tenemos". Este vínculo está reconocido por los mismos policías. "Por lo tanto no hay crisis policial en la provincias, hay crisis políticas", definió el periodista.

El libro toma el desembarco del narcotráfico y la relación de la policía y el PJ con la distribución de estupefacientes en las palabras de Marcelo Sain, ex Viceministro de Seguridad de la provincia. "Con la llegada del comisario Claudio Smith -un hombre de Duhalde- a la departamental de Lomas de Zamora se empezaron a abrir kioscos de drogas en la zona". En ese período murieron de modo violento 14 policías que Sain relaciona con una guerra entre narcos y policías, no para combatir el delito sino para regentearlo.

"Sain se termina yendo porque se da cuenta que no puede cambiar nada. Y encima denuncia la connivencia policial con el PJ y eso le explota como conflicto a Juan Pablo Cafiero. El dice que los policías le ofrecieron plata, que es una práctica con todos los ministros para comprar complicidad y silencio, y que él se negó. El problema es que no lo denunció en la justicia porque cree que no se llegará a ningún resultado- asegura Klipphan-. También es curioso que ningún fiscal haya intervenido de oficio ante semejante dicho".

"Asuntos internos" muestra que los policías que investigan a sus pares son considerados traidores por la misma institución que los coloca en el puesto en una lógica funcional y perversa. No reciben ascensos, son sancionados y suspendidos por cualquier razón menor. Lo cuenta en la historia de Nahuel Suarez, un cabo que denunció la corrupción de sus jefes y lleva cuatro años sufriendo todo tipo de ataques del sistema policial, que lo considera un traidor.

El libro de de Andrés Klipphan muestra que los cambios que se implementaron durante los últimos años con la declamada intención de mejorar la institución, sólo perpetúa el funcionamiento del sistema. "Cuando cambia el funcionario y cambian algunos aspectos de la política del ejecutivo, el sistema policial se reestablece a sus modos históricos de corrupción y negocio". La conclusión que encuentra es que "el cambio debe ser total, para que sea profundo y permanente".

Klipphan analiza la relación entre policía, política y delito.