Para beber: Viñedo griego

Gabriela Gasparini

No es necesario repetir que el calor nos está matando, cada una estará tratando de hacerse la distraída según le permita su imaginación para no sentir que se derrite. A mí se me da por pensarme en una playa, entrando a un mar azul cual madura diosa veraniega. Y puesta a delirar eso ocurre en Grecia, y ya que estoy ahí, qué mejor que echarle un vistazo a sus vinos. Para tener una idea de la realidad que vive actualmente la vitivinicultura del maravilloso país mediterráneo vamos a reproducir parte de un reportaje al director de exportaciones de la bodega cooperativa Vaeni Nausa, el francés Lionel Le Gal aparecido en el sitio elmundovino.com.

Los vinos griegos mejoraron notablemente a partir de 1981, cuando el país entró a la Unión Europea. Una década antes había adoptado un sistema de denominación de origen según el modelo de otras regiones, basado en la utilización de cepas tradicionales y de la introducción de otras adaptadas según los climas y, por supuesto, de los métodos de vinificación y la tierra.

Hay nueve regiones principales de producción, con cerca de trescientas cepas. Entre las blancas autóctonas se pueden mencionar: aziri, aidani, asirtiko, batiki, debina, malvasía, moscatel de grano chico, moscatel de Alejandría, roditis, robola, savatiano, verdea, vilana. En tanto que las tintas más importante son: aguiorguitiko, kotsifali, krasato, liatiko, limnio, mandilaria, mavrodafni, moscofilero, negoska, xinomavro, stavroto. A ellas se suman las conocidas chardonnay, sauvignon blanc, cabernet franc, cabernet sauvignon, cinsault, garnacha, merlot y syrah.

"Grecia exporta buena parte de su producción y sus principal mercado es Alemania, con la mitad de las ventas totales, seguida de Francia e Italia, pero los consumidores siguen siendo griegos emigrantes o restaurantes griegos a donde va el 80 por ciento de lo que se distribuye. Sólo en Alemania hay ocho mil restaurantes griegos. Las dificultades para la exportación se deben sobre todo a la falta de apoyo a largo plazo en la promoción de los vinos por parte del Estado y de los organismos competentes. Los vinos griegos tienen una excelente calidad, pero sus precios son bastante altos en relación con los vinos de su misma gama en el mercado internacional. Además, a los vinos griegos les hace falta una gran campaña de promoción a escala mundial".


Cuatro categorías
En la actualidad se dividen en cuatro categorías, casi impronunciables:

* O.P.A.P. (Onomasia Proelefseos Eleghomeni): vinos secos de denominación de origen de calidad superior, blancos y tintos.

* O.P.E (Onomasia Proelefsos Eleghomeni): denominación de origen de caldos de calidad superior, pero sólo dulces. Comprende siete zonas, entre ellas Samos, cuna de los famosos moscateles.

* Topikos Inos: denominación que abarca tanto vinos originales como tradicionales, dentro de la cual deben mencionarse especialmente el Retsina y el Verdea, creados para asegurar la calidad y la permanencia de los vinos de carácter local.

* Epitrapezios Inos: es para los conocidos de mesa, muchos de los cuales han sido distinguidos con importantes premios.

  Con respecto a la cantidad de cepas de denominaciones, y a lo dificultoso de sus apelativos, Le Gal explica: “El viñedo griego cuenta con veintiocho denominaciones y trescientas castas autóctonas. Desde mi punto de vista, se trata de una enorme ventaja. Soy director de exportación en Grecia porque creo en estos vinos, como una alternativa al viejo y al nuevo mundo. Tienen calidad, sólo les falta un buen marketing para darlos a conocer. Habría que hacer más asequible al gran público el nombre de algunas de sus variedades”. Acá ahora se empiezan a ver nuevamente etiquetas extrañas.

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