| domingo, 09 de enero de 2005 | Quince muertos por tormentas de lluvia y viento en el norte de Europa Londres.- Fuertes vientos y lluvias azotaron durante el fin de semana al norte de Europa, dejando al menos 15 muertos, causando inundaciones e interrumpiendo el transporte aéreo y marítimo. Cientos de miles de viviendas quedaron sin electricidad.
Las elevadas aguas en la ciudad portuaria rusa de San Petesburgo obligaron a cerrar algunas estaciones del tren subterrráneo.
La tormenta fue una de las peores que castiga a Escandinavia en años, con vientos de más de 121 kilómetros por hora en algunas áreas, dijeron los meteorólogos. Algunos puentes y aeropuertos permanecían temporalmente cerrados, y el tránsito de trenes y transbordadores fue interrumpido.
Al menos seis personas fallecieron en Suecia, entre ellas dos cuyos vehículos fueron golpeados por ramas de árboles desprendidas, dijeron policías y rescatistas.
Un automovilista murió en Dinamarca cuando un árbol cayó sobre su vehículo en Odense, y otras tres personas fallecieron en medio de escombros y árboles caídos.
Numerosos vendavales golpearon el norte de Gran Bretaña, y fuertes lluvias provocaron graves inundaciones, especialmente en el condado de Cumbria, en el noroeste del país, donde la ciudad Carlisle quedó aislada luego de que el río Eden se desbordó el sábado. La población huyó hacia los pisos más altos de los edificios para escapar a las inundaciones.
Tres personas fallecieron en Carlisle.
Ráfagas de hasta 145 kilómetros por hora tumbaron a numerosos camiones en las carreteras.
Los fuertes vientos se sintieron también el sábado en Irlanda, dejando a miles de viviendas sin electricidad hasta hoy.
En el estado alemán de Schleswig-Holstein, en el norte del país, los vientos dañaron casas y obligaron a paralizar los servicios de trenes y ferry, como también puentes de carreteras.
Dos jóvenes de unos 20 años cuya embarcación se hundió cerca de la población de Landwedel permanecían desaparecidos y la policía sospechaba que podrían haber muerto.
En Finlandia, el nivel del mar alcanzó alturas récord, cortando varias carreteras costeras, aunque no se informó de daños importantes.
En Letonia, en el mar Báltico, vientos de casi 145 kph castigaron las regiones costeras del país, derribando árboles y arrancando techos de viviendas.
En Suecia, en tanto, numerosas carreteras permanecían inundadas. Los puentes que conectan a la isla de Funen, donde está Odense, y Zealand, donde está Copenhague, estaban cerrados.
Más de 400.000 viviendas suecas quedaron sin electricidad después de la tormenta. En Dinamarca, unos 60.000 hogares permanecían a oscuras. (AP) enviar nota por e-mail | | |