Un árabe se casó 58 veces en 50 años

En 50 años, dice, se ha casado con 58 mujeres y ha olvidado los nombres de la mayoría. Sabe que ha tenido 10 hijos, pero al preguntarle sobre sus hijas titubea y cuenta con los dedos, hasta que da con la cifra: 25. Saleh al-Sayeri, un pastor de 64 años convertido en comerciante, dice que sus aventuras maritales le han costado más de 1,6 millones de dólares en gastos de boda y pagos a esposas divorciadas. Pero él, que recuerda haber sido forzado a casarse por primera vez a los 14 años, afirma que lo volvería a hacer un millón de veces.

"El matrimonio no me aburre", manifestó, descansando sobre cojines en un área de recepción alfombrada al aire libre en su cuadra con 22 caballos en Usfan, en el desierto, a 800 kilómetros al oeste de Riad, Arabia saudita. "Soy el hombre más feliz del mundo".

El divorcio se ha vuelto algo bastante común en Arabia Saudita; según la prensa, la mitad de los matrimonios se separan. Pero el destino de una mujer divorciada depende de la forma de pensar de sus padres. Si se oponen al divorcio, probablemente la confinarán a la casa y supervisarán sus pasos. Se le prohibirá salir con otros hombres o trabajar sin permiso de la familia.

La idea de una mujer soltera con carrera prácticamente no existe allí. Las mujeres ni siquiera pueden conducir un automóvil. No pueden recibir una educación, viajar ni registrarse en un hotel sin permiso de un tutor masculino.

El dinero no es problema para al-Sayeri, que dice haber hecho una fortuna comerciando con automóviles y bienes inmuebles. Es un hombre de piel morena y complexión mediana, con un bigote negro y barba de perilla, y encabeza a los Sayer, una tribu de beduinos del sur. También cría camellos y caballos.

Al-Sayeri dice que nunca ha forzado a una mujer a casarse con él, y nunca ha sido rechazado. Sus ex esposas reciben un pago por divorcio establecido en un acuerdo prenupcial, él mantiene a los niños, y todos sus divorcios están amparados por documentos emitidos por la corte, los cuales obtiene normalmente después de decirle a su esposa: "Estás divorciada". (AP)

Saleh al-Sayeri, en Usfan.