Punto de vista: Enero con acción y TV sin dramas

Pedro Squillaci / La Capital

"En este verano no hay un sólo programa nuevo que me guste", dijo un amigo, no tan fanático de la tele, pero que con sólo ver las promociones ya se aburrió de la grilla estival del 2005. Esa sensación representa, sin que haga falta una medulosa encuesta, lo que sufre gran parte de la teleplatea. Es que mientras las producciones calientan motores, evalúan proyectos y estudian al rival, como si fuese el primer round de una pelea por el campeonato del mundo, emiten ciclos de pocos capítulos en enero y de paso evalúan cómo les va. América largó con "De una", un magazine con olor a playa y Horacio Cabak a sonrisa ancha; "Enfrentados", en plan entretenimientos con el actor Martín Seefeld; y "La pareja ideal", otra versión del "Yo me quiero casar...¿y usted.?" sin Roberto Galán y con Verónica Vieyra. El 9, hasta que Tinelli tome posesión in situ, repitió un formato matutino de magazine periodístico y lo lanzó a la tarde con "De 5 a 7" de la mano de Macu Mazzucca y Maby Wells. Canal 13 se metió con historias de vida ("Transformaciones", "Adikta 3.0", "En un segundo cambió mi vida" y "Cadena de favores") y un reality hot ("Ciudad roja"). Las preguntas y respuestas están a full. Matías Martin busca coincidencias en Telefé, Sofovich juega con el tiempo al límite por América y Gabriel Schultz se mete en el mundo de la tele en Canal 13. Y mientras llueven novelas enlatadas, cada tanto se les ocurre mandar "los diez momentos televisivos del año", o "los grandes papelones de la tevé" o el balance número mil. O peor. Engendros del tipo "El secreto de Miriam", donde un travesti debe seducir a cinco hombres que desconocen su DNI original; cámaras sorpresa que no sorprenden con "La vendetta"; o bloopers presentados por los siempre efectivos dibujitos Tino y Gargamuza. En suma, los canales agregan programas nuevos pero el rating ni se mueve. Lo único que atrapa al televidente son películas de acción como "La gran estafa", en un estreno muy oportuno y "Rápido y furioso". La fórmula parece ser mucha acción y poco drama. Los que hacen la televisión nuestra de cada día también salen de vacaciones y, justamente, drama es lo que menos quieren. Al menos en lo que dura este tórrido enero.