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 domingo, 09 de enero de 2005  
Cansado de esperar respuestas, armó un camping dentro de la Municipalidad
Un concejal ya lleva dos noches durmiendo frente al despacho del intendente
El radical Omar Paredes exige expedientes oficiales

Pablo R. Procopio / La Capital

Omar Paredes no piensa moverse del Palacio Municipal. El concejal de la Unión Cívica Radical (UCR) está apostado en la antesala de los despachos del Intendente, la Secretaría de Gobierno y el Salón Carrasco desde anteayer por la mañana. Harto de esperar alguna audiencia formal, montó una especie de camping en el sector más importante de la Intendencia. Durmió, comió y bebió bajo la custodia de un agente de Defensa Civil en medio del silencio sepulcral de un edificio literalmente vacío.

Cansado de esperar que desde el municipio respondieran sus pedidos de informes, se atrincheró a la espera de una respuesta que nunca llegó. El agobiante atardecer de ayer lo recibió tomando mate y secándose la transpiración con una toalla que colgó en el respaldo de uno de los señoriales sillones del vestíbulo vip de la Intendencia, donde el calor arrecia.

Desde hace más de 45 días viene solicitando una serie de expedientes referidos a concesiones municipales. El edil quiere saber en qué condiciones se le dio la explotación de dos bares y una pizzería, que actualmente está en construcción, a la firma Coyde SA.

Una botella de dos litros de gaseosa cola, paquetes de galletitas, un equipo de mate, documentación municipal, carpetas y la toallita conforman el miniambiente que acompaña al edil que ayer pasó su primera noche frente al piano de la sede gubernamental local.

"Sólo me pueden visitar los concejales y un asesor", dijo Paredes ayer a La Capital tras abrir una ventana que la noche anterior el equipo de limpieza había cerrado. El personal de maestranza fue el último en retirarse el viernes a la noche, tras lo cual el Palacio de los Leones quedó vacío.

Sólo los funcionarios municipales pueden ingresar al inmueble, por lo que la familia de Paredes le habla por teléfono para saber en qué condiciones se encuentra. Cuando el edil se encontró con este diario esperaba la presencia de algunos colegas y ya habían concurrido a verlo Jorge Boasso y José Elmir.

"Esta es la única manera que tengo para que el intendente (Miguel Lifschitz) me reciba", dijo el concejal radical. "La falta de consideración que desde el Ejecutivo han mostrado conmigo justifica las sospechas que tengo sobre los expedientes que solicito; Lifschitz sabe perfectamente que lo estoy esperando", añadió.

Paredes arribó anteayer a las 9.30. Fue directamente a la Secretaría de Hacienda, "tal como se acordó con (el responsable del área) Carlos Fernández", dijo. No obstante, después de tres horas de espera, decidió acercarse hacia la Secretaría de Gobierno. "Aguardé dos horas en la puerta de la oficina de Juan Carlos Zabalza; esperé que desayunara tres manzanas y después salió con urgencia", recordó Paredes aún confiado en que el intendente (que no estaba) fuera a verlo.

Pero eso no ocurrió. Se hizo de noche, después llegó el sábado y hoy domingo el concejal permanecerá en el mismo lugar de donde no se va a mover hasta que Lifschitz llegue mañana. "Es horrible no poder bañarse y dormir sentado", sostuvo el concejal, quien ya conoce de incomodidades. Es que apenas asumió, le dieron una oficina en el ático del Concejo.
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Mientras Lifschitz no aparece, Paredes se entretiene con unos amargos.

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