| domingo, 09 de enero de 2005 | La lluvia trajo un leve alivio, pero sigue el calor Se prevén precipitaciones para hoy y 29º de máxima La esperada lluvia de ayer a la mañana sin dudas trajo alivio a los rosarinos, pero por muy poco tiempo. Si bien con la tormenta la temperatura descendió de 29 a 21 grados, la humedad se mantuvo alta. Encima, contra todo lo esperado, el sol salió a las 16 y el termómetro volvió a registrar marcas en ascenso: a las 17 retornó el calor, pegajoso y sofocante, y la térmica trepó a 30 grados.
"Es que no hay que olvidarse que estamos en verano. Las precipitaciones fueron muy débiles. Caen unas gotas, baja la temperatura, pero apenas sale el sol se restituyen inmediatamente las marcas elevadas", dijo ayer a La Capital la difusora de turno del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Helvecia Enriquez.
Para hoy, la especialista pronosticó "tiempo inestable" y aventuró a decir que "probablemente por la tarde caigan algunas precipitaciones".
La temperatura no mostrará clemencia. La máxima rondará los 29 grados y se mantendrán altos los índices de humedad.
Para mañana, en tanto, se prevé una nubosidad variable, aunque el calor no dará tregua: las temperaturas oscilarán entre los 26 y los 36 grados.
El martes, el panorama no será muy distinto, se mantendrá la nubosidad durante toda la jornada y la máxima rondará los 35 grados.
"En definitiva, los primeros días de esta semana se prevén nublados e inestables, pero los rosarinos no deben esperar que baje la temperatura. A no equivocarse, esto es un auténtico verano para la zona del sur de Santa Fe: húmedo y caluroso", remarcó una vez más la especialista del SMN.
Paliza y leve alivio La ola de calor le venía dando una literal paliza a los rosarinos durante el jueves pasado y anteayer. A tal punto llegó a ser sofocante el calor que el viernes, a las 16, faltó sólo un grado para que se registre la máxima de 39,1 de enero de 1972.
Pero a las 9 de ayer llegó la lluvia y con ella un alivio colectivo. El cielo se cargó de nubes oscuras que preanunciaron el chaparrón. En poco minutos cayó una cortina de lluvia sobre la ciudad y la temperatura -que estaba en 25 grados- cayó cuatro marcas. Un alivio.
No obstante, fue una típica tormenta de verano: pasajera y con un aire caliente y tropical que llegó para quedarse por varios días. Entre las 9 y las 17 se registraron 21 milímetros de agua y ese caudal no fue significativo como para cambiar la temperatura.
La gente se ilusionó igual. Desarmó el bolso que tenía listo para ir a la pileta y comenzó a invadir los videos para alquilar películas. Armó así un menú de esparcimiento puertas adentro. Pero los planes duraron como un suspiro: salió el sol, el asfalto no llegó a refrescarse ni los cuerpos a refrigerarse. Y el calor volvió a apretar casi como en los últimos días. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El agua duró poco y no alcanzó para aliviar el calor. | | |