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 domingo, 02 de enero de 2005  
Balance 2004. Más disputas que ideas
Los partidos políticos y el internismo sin fin
Las agrupaciones tradicionales tienen profundas grietas, y las nuevas no se consolidaron

El 2004 dejó un balance negativo. El PJ no logró normalizarse, el radicalismo no pudo recuperarse y las nuevas fuerzas por derecha y por izquierda no consiguen consolidarse.

Es claro que los partidos atraviesan una crisis que ya se tornó crónica, porque muchos de ellos se transformaron en cáscaras vacías de contenido. Pero hay otra crisis en danza desde hace un tiempo: el internismo.

El caso más emblemático se reflejó en el PJ, cuando la primera dama, Cristina Fernández de Kirchner, se enfrentó a la diputada nacional Hilda Chiche Duhalde, revelando la pelea de fondo entre sus esposos.

Pero sobre fin de 2004 se desencadenó otra crisis, esta vez en el PJ bonaerense: el gobernador Felipe Solá, en el operativo despegue, desafió a las nuevas autoridades reclamando un debate partidario, en sintonía con lo que pide el propio Kirchner a nivel nacional.

Duhalde se vio obligado a postularse como candidato a jefe del PJ bonaerense, encolumnando detrás de sí a los díscolos, pero para cumplir con su promesa de no ejercer más un cargo renunció el mismo día que había asumido y dejó en su lugar al diputado nacional José María Díaz Bancalari.

Esto detonó, precisamente, la bomba tan anunciada: un sector cuestionó a las autoridades y desconoció, por lo tanto, a Díaz Bancalari, quien sintió que los dardos de Solá hacían blanco en su pecho.

La UCR padeció el internismo, una enfermedad crónica. La ansiedad por recuperarse tras el fracaso del gobierno de Fernando de la Rúa hizo que la fuerza perdiera la brújula. La conducción, a cargo del ex gobernador de Chaco Angel Rozas, barajó una alianza tanto con la centroderecha de Ricardo López Murphy como con la centroizquierda de Elisa Carrió.

Recrear, del ex radical López Murphy, tampoco fue ajena a esta crisis y hasta auscultó a la UCR para hacer una coalición con la idea de utilizar su estructura y consolidarse a cualquier precio.

El ARI rechazó también cualquier tipo de alianzas y hasta debió desmentir un acuerdo con López Murphy. En tanto, Compromiso para el Cambio (Mauricio Macri) no atravesó una interna pero provocó más de un cimbronazo en el PJ a partir de su afinidad con Duhalde y su distancia, al mismo tiempo, con Kirchner.
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Kirchner v. Duhalde, la pelea de 2004.

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