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 domingo, 02 de enero de 2005  
Año nuevo sangriento. Cinco muertos por armas y una niña que agoniza fue el saldo de la primera noche de 2005
Dos pibes fueron asesinados por la furia irracional de un vecino armado
Poco después de medianoche salieron de sus humildes viviendas de Empalme Graneros para saludar afamiliares. Un hombre empezó a disparar a mansalva y los mató. También hirió a otros dos muchachos

Ariel Etcheverry / La Capital

Cuando sólo habían transcurrido unos minutos del primer día del año, dos muchachos de 15 y 17 años fueron asesinados y otros dos resultaron heridos con sendos balazos que disparó un vecino al que muchos habitantes de la zona más humilde de Empalme Graneros le temían y conocían como Lechera. Es que el victimario fue caracterizado como un tipo violento, con varias entradas en la policía y acostumbrado a los abusos con armas de fuego. Este hombre fue capturado cuando agentes de la seccional 20ª y el juez de Instrucción en turno, que estuvo durante la mañana de ayer en el lugar del hecho, recibieron de boca de los vecinos los datos necesarios para ubicarlo. Lo encontraron cuando escapaba por la orilla del arroyo Ludueña.

Las víctimas cayeron heridas de muerte cuando salían a la calle para saludar a sus familiares por la llegada de 2005. David Avalos tenía 15 años, vivía en Cabal al 1300 bis y murió por un balazo que le ingresó por el tórax. El otro muchacho se llamaba Augusto González, vivía casa de por medio con Avalos y recibió un tiro en la cabeza que lo mató en el acto.

"Estábamos todos reunidos acá, en casa, y cuando dieron las 12 David y mi marido salieron a la calle para saludar a mi mamá", recordó ante La Capital Marina, de 20 años, una de las hermanas de Avalos. La chica, junto a otros familiares y amigos, ayer no tenían consuelo. Eran casi las 4 de la tarde y aún no habían concluido con los trámites de entrega del cuerpo. El lugar donde ocurrió la tragedia es la zona más humilde de Empalme Graneros. La casa de David y la de su vecino también fallecido están sobre una calle de tierra, a tres cuadras al norte de avenida Génova.

En la tarde calurosa y nublada de ayer, muchos parecían prolongar el festejo de año nuevo. Marina, a la que luego se sumó su hermana Carina, remarcó que su hermano fue una víctima inocente del Lechera, identificado luego por la policía como Rubén Campos, de 28 años, padre de 3 hijos y quien tenía atemorizado a muchos vecinos de la zona. "Su costumbre era andar armado y dispararle a cualquiera. Antes usaba cuchillos y también, drogado, le daba puntazos al primero que se le cruzaba en el camino", narró Marina.

Minutos después de medianoche, Campos salió a la calle, al parecer ebrio, y en la esquina de Cabal y Lavardén, a pocos metros de la casa de Avalos, comenzó a disparar su arma a mansalva. Fueron varios tiros que se confundieron entre las detonaciones de cohetes y petardos.

De acuerdo a lo narrado por las hermanas de Avalos, el que primero cayó muerto fue Augusto González, un chico de 17 años que vive casilla por medio a la de ellas. El pibe estaba en la vereda y sus familiares lo vieron desplomarse como si se hubiese descompuesto. Pero en realidad una bala le perforó la cabeza. Instantes después, y a escasos metros de donde yacía Augusto, David recibió un plomo en el pecho. El balazo le permitió meterse en su casa en busca de ayuda.

La balacera desencadenada por Campos alcanzó también a Rafael Albino, de 16 años, quien fue herido en una pierna, y a un cuñado del chico Avalos, que sufrió una lesión en una mano. "Con unos vecinos cargamos a David en un auto y salimos para el lado de Génova. Ahí encontramos un patrullero que nos acompañó hasta el hospital. Pero no hubo caso, y se murió", completó Carina.

El juez Jorge Eldo Juárez y el subcomisario José Luis Chamorro, de la seccional 20ª, estuvieron en la zona y así obtuvieron datos para apresar al responsable, que cerca del mediodía fue hallado sobre la margen del arroyo Ludueña, en el extremo oeste de la ciudad, donde trataba de esconderse.
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David Avalos tenía 15 años. Sólo alcanzó a vivir los primeros minutos del nuevo año.

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