Enseñanzas de vida

El Ayurveda es una de las medicinas más antiguas del mundo. Se basa en las leyes de la naturaleza y enseña a descubrirse, conocerse a sí mismo, entender quiénes somos, por qué estamos sanos, por qué enfermamos y muestra sencillamente la forma de cambiar nuestra existencia para sacar el máximo gozo de la salud y la vida.

Esta práctica incluye aspectos que no son abordados habitualmente por la medicina alopática como el estilo de vida, la dieta, la respuesta de cada persona ante los cambios estacionales, los momentos del día, la etapa de la vida y fundamentalmente la relación empática o no con las leyes de la naturaleza.

La tarea fundamental que aborda es promover el equilibrio mental, corporal y emocional: no "combate" la enfermedad sino que basada en los biotipos psicofísicos de cada persona brinda herramientas para recuperar el equilibro. El tratamiento y la prevención de enfermedades se orienta a lograr el rejuvenecimiento y a restablecer el equilibrio corporal y mental a través de indicaciones para la vida cotidiana donde se valora la alimentación, el sueño, la sexualidad y la actividad física, poniendo el énfasis en el concepto que el alimento es todo aquello que entra al cuerpo a través de los sentidos.

Según esta concepción, las impresiones sensoriales, lo que se ve, se escucha, se toca, se saborea o se huele es tan importante como lo que se ingiere. Este postulado está intrínsecamente ligado al concepto de que toda experiencia positiva o negativa a nivel corporal tiene su efecto sobre la mente y las emociones, y viceversa.

La terapeútica se basa fundamentalmente en remedios de origen natural (la farmacopea ayurvédica incluye más de 5.000 formulaciones distintas que se han desarrollado a lo largo de milenios). Al constituir el primer sistema holístico que integra el cuerpo, la mente y el espíritu, la prevención y tratamiento de las enfermedades es abordado por el médico ayurvédico, psicólogos y terapeutas que realizan distintas técnicas como masajes y técnicas de desintoxicación y rejuvenecimiento.

A través de tests y técnicas sencillas se detecta la constitución psicofísica de cada persona que se define a través de los rasgos físicos, las capacidades mentales y las tendencias emocionales descriptas por el Ayurveda mediante tres doshas o energías vitales (en sánscrito, vata, pitta y kapha).

Estas tres energías vitales o doshas comprenden los cinco elementos de los que está hecho el mundo: agua, aire, fuego, tierra y éter. Cada dosha es una combinación de dos de estos elementos. Los doshas kapha, pitta y vata son detectables por sus cualidades. Estas son:

uVata: combinación de los elementos aire y éter, en el que predomina el aire. Para reconocer las cualidades de vata basta con pensar en un día ventoso. El viento es errático, se mueve a ráfagas, seca lo húmedo, lo refresca, y aunque no lo veamos, reconocemos sus efectos. Probablemente entonces las características sean: piel y cabello muy seco, gusta más del calor que del frío, tiene sueño ligero, irregular, muy poca sudoración; temperamento artístico y creativo, y gran imaginación aunque le resulta difícil poner sus ideas en práctica por las nuevas ideas que atrapan continuamente su fantasía. Su memoria puede no ser muy buena.

u Pitta: es primariamente elemento fuego con el agua como elemento secundario. La piel es clara y cálida (el calor se relaciona con pitta) y como el fuego irradia, asciende su calor, funde y penetra. Prefiere el frío al calor. Mente despierta y atenta capta información rápidamente y la aprovecha. Tiene buena memoria para lo que considera útil para sus objetivos, no así para cumpleaños y fechas familiares.

u Kapha: los dos elementos agua y tierra están más equilibrados. Este dosha guarda relación con las cualidades de humedad, solidez y pesadez. Esta constitución tiene la piel más grasosa, gruesa, pálida, fría. Ojos atractivos y grandes; su andar es más lento. Tiende a ser protector, apegado, fuerza y vigor pero atado a las rutinas y costumbres. Manifiesta una mente ecuánime y fiable. Puede costarle aprender pero recordará lo que haya aprendido. Se contenta con lo que tiene y no busca nuevos estímulos.


Mente y cuerpo
Según el Ayurveda también la mente tiene una constitución que suele estar íntimamente relacionada con la constitución física. Las emociones pueden clasificarse en vata, pitta y kapha y los individuos presentan una tendencia natural hacia ciertos rasgos emocionales influida por su constitución. Estos son:

u Vata: pensamiento superficial con muchas ideas. Más ideas que hechos.

u Pitta: preciso, lógico, planea bien y consigue llevar a cabo sus planes.

u Kapha: tranquilo y lento, no se le puede exigir prisa. Buen organizador.


Estos ejemplos son apenas una síntesis de consideraciones más complejas basadas en el postulado más importante del Ayurveda: la equivalencia entre el universo o macrocosmos y la persona o microcosmos. El equilibrio se obtiene al estudiar las características y proporcionar indicaciones distintas a las cualidades de la constitución. En el caso de las personas con constitución pitta donde predomina el elemento fuego (calor) se indicará, tanto en lo corporal como lo mental, alimentos y conductas con cualidades que apacigüen el calor y la irritabilidad.
En las personas con constitución vata donde predomina el aire (ligero, liviano) se propendrá a indicaciones que "centren" a la persona y la arraiguen porque tiene tendencia a la dispersión, y en lo corporal indicaciones que tengan cualidades pesadas, calientes, aceitosas.

El abordaje psicológico desde los conceptos del Ayurveda permiten al terapeuta desplegar una multiplicidad de herramientas (técnicas de respiración, relajación, meditación, concentración, observación y atención de patrones emocionales) y llevar a cabo no sólo una tarea terapeútica sino también preventiva y educativa.

Las técnicas se orientan hacia el autoconocimiento para encontrar en el interior de cada uno las respuestas que siempre inquietaron a la humanidad.

Susana Beatriz Cerruti

Psicóloga holística y Ayurveda

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