| domingo, 02 de enero de 2005 | Qué comer en vacaciones El verano es un tiempo para detenerse, comunicarnos con nosotros mismos y con los otros de una manera diferente. Retomar nuestros sueños y proyectos y disfrutar tal vez de las mismas comidas, pero con otro tiempo y compañía. Como todo placer requiere ciertos cuidados. Si tomamos vacaciones, cualquiera sea el destino elegido, generalmente modificamos nuestra rutina diaria e incorporamos mayor cantidad de alimentos, incluyendo algunos a los que no estamos habituados. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los alimentos es la necesidad del cuidado en la elaboración y conservación debido a la temperatura. Por eso el Instituto del Alimento recomienda:
u Para llevar a la playa optar por los de reciente preparación. En lo posible evitar llevar restos de alimentos que ya cuenten con un período de conservación y que requieran mantener la cadena de frío.
u En el caso de ingerir sandwichs preveer su conservación en frío. Si se desea agregar otros ingredientes como huevos, mayonesa, verduras será más seguro llevarlos también refrigerados y agregarlos en el momento de consumir.
u Las frutas son una buena alternativa porque aportan una importante cantidad de líquidos y reponen sales. Lavarlas y conservarlas separadas de otros alimentos y en lo posible quitarles la cáscara antes de comer.
u Los jugos y ensaladas de frutas también deben viajar refrigerados.
u Si hay que preparar una mamadera en la playa la alternativa más segura es llevar leche en polvo, agua envasada o hervida y enfriada, el biberón debidamente higienizado y prepararlo en el momento. Si se opta por leche fluida se debe garantizar la refrigeración hasta su consumo. Es fundamental lavarse las manos antes de preparar el biberón.
u Si se decide comer afuera o comprar comida hecha, seleccionar bien el restaurante o rotisería (deben estar habilitados por la autoridad sanitaria). Tanto las instalaciones como el personal que se desempeña deben presentar aspecto higiénico.
u Procurar elegir aquellos menúes que se cuecen y elaboran en el momento, evitando aquellos platos elaborados con anticipación ya que se les incorporan ingredientes sometidos a una mayor manipulación, y además necesitan un período de conservación antes de ser consumidos.
u No comprar alimentos expuestos a temperatura ambiente que deban estar refrigerados como empanadas, tartas, pasteles rellenos, sandwichs.
u La venta ambulante, los puestos en la calle o en la playa deben proporcionar las condiciones necesarias para garantizar la higiene del espacio de elaboración, los utensilios de trabajo y del personal involucrado (es fundamental la provisión de agua potable y la adecuada recolección y remoción de residuos).
Productos como jugos, ensaladas de frutas, licuados y sandwichs necesitan mantener la cadena de frío hasta su consumo. Los alimentos a base de carne como hamburguesas, chorizos y salchichas deben mantenerse refrigerados hasta el momento de su cocción (observar que en su interior no presenten puntos rojos y que sus jugos sean amarronados.)
Las gaseosas o jugos envasados que se compran en estos puestos deben venderse en su envase original conservando intacto su cierre de fábrica.
Poniendo en práctica estas recomendaciones se mantendrá buena salud para todos durante las vacaciones. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |