| domingo, 02 de enero de 2005 | MERCADOS Con la proa puesta en el canje Las acciones y bonos presentan precios de euforia. Pero el escenario puede cambiar por el crecimiento de EEUU Salvador Di Stefano Los mercados accionarios evidenciaron una fuerte suba que llevó al índice Merval a intentar cruzar la barrera imaginaria de los 1.400 puntos, por el momento sin éxito.
Los bonos muestran rendimientos ridículos. Por ejemplo, un Boden 2012 nominado en dólares tiene una tasa de retorno del 7,7% anual mientras que un Boden 2008 en pesos rinde el 2,68% anual. La tasa de interés pasiva reflejada en los rendimientos de los plazos fijos para grandes sumas de dinero alcanza al 3,5% anual, y el dólar se ubica en 3 pesos gracias a la decidida intervención del Banco Central (BCRA) que en lo que va del mes adquirió 1.403 millones de dólares.
En este contexto con mercados de acciones y bonos sobrevaluados, bajas tasas de interés y un dólar planchado parece difícil buscar una opción interesante para invertir en la Argentina, tal vez sea el momento de mirar otros mercados con perspectivas mucho mejores que la Argentina.
En los últimos días de 2004 se definió la posibilidad de acceder al canje de la deuda pública a partir del 17 de enero próximo. Esto redundó en la esperanza de que la Argentina salga de una vez por todas de la cesación de pagos, sin embargo los mercados están descontando un canje exitoso en donde el 75% de los tenedores de bonos busquen canjear las tenencias actuales por los nuevos títulos.
Si esto ocurre sería un verdadero éxito y rápidamente el país podría acordar con el FMI. Las consecuencias del canje serían una mayor inversión y un dólar muy planchado de cara al año 2005. En cambio si el canje llega a un rango que va entre el 60% y 70% podríamos decir que fue una operación honrosa que alcanzaría para el acuerdo con el FMI pero no alentaría fuertemente la inversión, el ingreso de capitales no sería importante y el dólar seguiría tranquilo en torno de los valores actuales.
Un canje menor al 60% no sería una buena noticia, el acuerdo con el FMI se empantanaría y si bien se acordaría las condiciones no serían las mejores para nuestro país, la inversión quedaría en el olvido y el escenario cambiario sería más ajustado.
Así, si el canje de la deuda se ubicara en un nivel de aceptación que va entre el 60% y 70%, teniendo en cuenta que en la actualidad el mercado de acciones y bonos descuenta un éxito infundado y desmesurado, se pagará con la desilusión posterior.
Por otra parte, el contexto internacional luce desfavorable para nuestro país, porque la economía americana está creciendo fuertemente y sus principales indicadores dan cuenta de una mejora muy importante. Por ello el año próximo la tasa de corto plazo en Estados Unidos pasará de niveles del 2,25% anual a un rango de 4% ó 4,5% para fin de año. Esto implica que los bonos de tesorería americanos a 10 años tendrán un rendimiento del 5,5/6,0% anual, lo que implicará un cambio en las expectativas de los inversores ya que cambiará la tasa de descuento y consecuentemente el valor de los activos en la economía nacional e internacional.
En este escenario vemos con mayor optimismo la evolución de la economía americana y consecuentemente la bolsa americana que los activos en nuestro país. El índice Dow Jones deja atrás la resistencia de los 10.700 puntos e inició un camino que puede llevar a este indicador a los 12.000 puntos o niveles por encima de dicho valor.
En la economía Argentina reina la incertidumbre por el resultado de la reestructuración de la deuda y un acuerdo con el FMI en ciernes que, en el mejor escenario, se materializa para mediados de 2005.
Por el momento, a no complicarse lo bueno es estar en el lugar oportuno y en el momento adecuado, por ahora no invertir en activos Argentinos porque hay más posibilidades de perder que ganar, la tasa de interés es muy baja y el dólar no tiene miras de subir. Parece más adecuado invertir en terceros mercados en donde haya garantías para obtener beneficios de mediano y largo plazo.
La economía americana inició un ciclo de recuperación importante al compás de la devaluación de su moneda, mayores exportaciones, crecimiento del mercado interno y un incremento en el empleo. Todo haría indicar que Wall Street pasa a ser la vedette del mundo, mientras que Argentina sigue siendo el patito feo que no esté honrando la deuda y su propuesta está en vista de ser evaluada a escala mundial.
Si los precios se reacomodan a la baja Argentina será recomendable como una opción de inversión, por el momento desensillar hasta que aclare en el país, y dirigirse sin escala a la meca de los negocios, directo a Wall Street. enviar nota por e-mail | | |