Rosúa dijo que Binner anda mal de ánimo y merece un psicólogo

"Este hombre no pudo superar el trauma de la derrota electoral", señaló. Lo diferenció de Lifschitz

Daniel Leñini / La Capital

El ministro de Gobierno santafesino, Roberto Rosúa, cruzó ayer al ex intendente rosarino Hermes Binner y opinó que las recientes críticas de éste a la gestión de Jorge Obeid son "el resultado más de una situación psicológica que fruto de una evaluación política". Binner, el lunes, había dicho que "el modelo menemista sigue vivito y coleando en la provincia".

"Binner no ha podido superar el trauma de la derrota electoral. Pretendió ser gobernador y el gobernador es Jorge Obeid; habló lárgamente contra la ley de lemas y Obeid derogó la ley de lemas; quiso erigirse en representante kirchnerista y Obeid es reconocido como el primer gestor del presidente (Néstor) Kirchner en Santa Fe", ilustró Rosúa.

El ministro remató: "De todo esto concluyo que el ataque injustificado de él a Obeid es consecuencia de una condición anímica que requiere tratamiento no político sino psicológico".

Las palabras de Binner, pronunciadas en conferencia de prensa hace 48 horas rodeado de la cúpula del Partido Socialista, retumbaron ayer durante todo el día, justo en momentos en que Rosúa visitaba La Capital para saludar por las fiestas de Fin de Año. Otro de los conceptos formulados por Binner fue que tras 21 años de gobierno justicialista "la provincia ha ido para atrás", causando que la mitad de la población viva "bajo la línea de la pobreza".

-Ministro Rosúa, ¿cree que las expresiones del ex intendente, tan críticas, las comparte en tal grado el resto del socialismo?

-Quería evitar hablarlo pero la pregunta me obliga. Creo que hay socialistas que no lo hacen y diferencio la acritud de Binner con la actitud del intendente Lifschitz de colaboración. Cuando nuestro ministerio necesitó terrenos para las alcaidías, Lifschitz se ofreció, puso la secretaría de Planeamiento a disposición, buscaron los terrenos y posibilitaron la ley de expropiación. Nosotros, ahora, estamos contribuyendo a pavimentar Rosario con tres millones de pesos (uno se entregó antes, otro estos días y un tercero en el futuro). Durante el Congreso de la Lengua, el trabajo con Lifschitz fue coordinado; la provincia destacó mil policías y la Municipalidad aportó en la organización a través de Defensa Civil. De manera que sí, lo diferencio a Binner de otra gente de su partido.

-El socialismo anunció que presentará lista única el día de las internas abiertas y obligatorias. ¿Van a terminar todos los partidos haciendo esto?

-Si todos los partidos decidieran lista única estaríamos nuevamente en una suerte de la vieja acción tan criticada de la cooperativa. Creo que la lista única elimina la participación, genera la verticalidad y el unicato y por lo tanto es inconveniente, creo, para la democracia. El justicialismo presentará lucha interna y bastante intensa, con esta característica que es típica del peronismo: se pelea duro en la interna y se trabaja duro juntos en la general.

-Ahora bien, más allá de las críticas, ¿usted está conforme con el primer año de gestión provincial?

-Se ha hecho muchísimo y hay que analizarlo por los resultados. En el sector productivo la provincia exportó por más de 7 mil millones de dólares, sumó inversiones por mil millones y se generaron 120 mil puestos de trabajo. El presupuesto 2005 garantiza una suba de 460 millones de pesos en obra pública y en Rosario hay que contar el nuevo aeropuerto y los dos puentes sobre Circunvalación, entre otras. En el plano institucional y político, se derogó la ley de lemas, impulsamos la reforma constitucional que privilegiará la autonomía municipal, garantizamos la transparencia en los nombramientos de los jueces de paz, giramos el proyecto de acceso ciudadano a la información pública, eliminamos el techo a la coparticipación de municipios y comunas y transferimos el 100 por ciento de la patente automotor. En materia penitenciaria...

-¿Cree que la gente lo percibe? ¿Usted entiende que el gobierno se ha lucido lo suficiente?

-Creo que ha habido una falencia en no haber sabido comunicar. Vivimos un mundo mediático y pudimos carecer de timing, acción publicitaria. Pero las obras están, la gente las ve y las sabe reconocer. Sobre las cárceles, le decía, el plan de construcciones significará para Rosario 900 plazas a inaugurar de junio a octubre de 2005. Este gobierno transfirió a la Universidad del edificio de la facultad de Derecho, terminará en tres etapas las obras del hospital Centenario, por 12 millones de pesos, y culminará la remodelación de la ex Jefatura como sede de gobierno. No es poco.

"La relación con Lifschitz es de colaboración mutua".