| miércoles, 29 de diciembre de 2004 | Demandas y la misteriosa muerte de un ministro Stefan Voss Kiev. - Todo apuntaba a una final tranquila en el traspaso de poder en Ucrania, pero de repente el ambiente cambió radicalmente: el derrotado candidato Viktor Yanukovich anunció -al igual que la oposición hace un mes- demandas contra la victoria de su rival. Con ello amenaza con iniciar una nueva crisis estatal. Y la misteriosa muerte del influyente ministro de Transporte, Georgi Kirpa, caldea más aún los ánimos. El hasta ahora líder de la oposición, Viktor Yushchenko, quien también fue víctima de un envenenamiento, no ha llegado aún, ni mucho menos, a su meta.
Dos días después de la repetición de la segunda ronda de elecciones presidenciales, nadie de la oposición se atrevía a fijar una fecha para la asunción por parte de Yushchenko de la presidencia del país. Aunque la Comisión Electoral anunció ayer el resultado provisional del recuento de votos, en el que Yushchenko tiene una clara ventaja, su rival no está dispuesto a desistir. También esta vez se presentará una demanda contra el resultado, anunció el equipo del primer ministro apartado de sus cargos desde el comienzo de la campaña electoral.
Ahora depende de los tribunales el que Yanukovich o la oposición tengan éxito. Mas el candidato de Ucrania del este no podrá contar con el apoyo del Parlamento. Su presidente, Vladimir Litvin, que ha actuado como mediador entre el viejo poder estatal del presidente Leonid Kuchma y la oposición de Yushchenko, dejó ayer bien en claro que no tiene nada que aducir en contra del desarrollo y el resultado de los comicios.
Viejas cuentas En las filas del viejo poder entre tanto empiezan a verse desarrollos dramáticos. Todo indica que en el marco del triángulo de poder de Kuchma, su jefe de presidencia, Viktor Medvechuk y Yanukovich se están arreglando viejas cuentas.
El ministro de Transportes Kirpa, quien el lunes apareció muerto a disparos -sin que aún se sepa si se suicidó o fue asesinado- y que hasta su deceso era el jefe de la poderosa empresa ferroviaria, fue considerado durante largo tiempo como uno de los financiadores de la vieja banda en el poder.
La fiscalía general investiga su muerte como "inducción al suicidio". A comienzos de diciembre, el director de un banco próximo a Medvechuk también fue hallado muerto.
La oposición manifestó su temor de que tras el traspaso del poder no vaya a poder juzgarse a los representantes del viejo régimen, acusado de corrupto. Kuchma debería poner bajo especial vigilancia a Medvechuk, al ex vicejefe de los servicios secretos Vladimir Sazyuk y al tesorero de la presidencia, Igor Bakai, exigió el diputado Nikolai Tomenko.
Además, reclamó que se detenga la entrega de pasaportes diplomáticos que permiten a los representantes de la cúpula estatal viajar al extranjero de manera casi ilimitada. "No queremos tener que estar buscando más en adelante por todo el mundo a políticos ucranianos, dinero ucraniano y documentos ucranianos", explicó Tomenko. Y, agregó, existe el peligro de que testigos clave del viejo poder abandonen el país o mueran.
Al menos en un caso la oposición llega ya tarde: el tesorero Bakai, un multimillonario, abandonó rápidamente el país tras su destitución por parte de Kuchma, informó ayer un estrecho colaborador de Yushchenko. (DPA) enviar nota por e-mail | | |